PALABRAS

CREA EN EL SEÑOR

cree en el Señor, Dios de maravillas, que ha mostrado estas maravillas en medio de nosotros

18/11/2020

Por: Apóstol Valdemiro Santiago

El que habla de sí mismo busca su propia gloria; pero el que busca la gloria del que le envió es veraz, y no hay en él injusticia. ¿No te dio Moisés la ley? Y ninguno de ustedes guarda la ley. ¿Por qué intentas matarme? Respondió la multitud y dijo: Tienes un demonio; quien busca matarte? Respondió Jesús y les dijo: Una obra he hecho y están todos asombrados. Por el hecho de que Moisés te dio la circuncisión (no que le perteneciera a Moisés, sino a sus padres), en el día de reposo circuncidas a un hombre. Si un hombre recibe la circuncisión en sábado, para que la ley de Moisés no sea quebrantada, ¿están enojados conmigo, porque en sábado curé a un hombre entero? No juzguéis según las apariencias, sino según la justicia.

¿Sabes quién era João? Estos días hablamos de Juan, Jesús testificando de él, dijo que ¿qué saliste a ver en el desierto? ¿Una caña agitada por el desierto? ¿Un hombre vestido con ropa fina? Mucho más que un profeta, dice Jesús.

Elías era un profeta, Moisés y Eliseo, ídem. Porque Juan era mucho más que un profeta. Uno que era mucho más que un profeta fue encarcelado y condenado a muerte. Así trata el mundo a los profetas o a los que son más que profetas, que hoy ya no existen. Antes, Juan lo fue, Jesús fue testigo. Sufrió amarguras, humillaciones y tristezas, una tras otra. Llegó un momento en que ni siquiera sabía si el que estaba resucitando a los muertos era el Cristo. El que había bautizado. Satanás estrecha el camino de tal manera, aprieta el cerco de tal manera, que incluso alguien que es más que un profeta está en duda. Imagínense entonces los laicos, los neófitos, los inexpertos, comenzando en la fe. Así es el mundo. El mundo trata el evangelio de una manera que incluso los bautizados en el Espíritu del Señor tienen dudas. El motivo de la postración, la mala calidad de vida, la falta de conquistas en Dios es precisamente eso, la duda. La duda es el arma principal de Satanás y bombardeó a alguien usando la mayor autoridad en ese momento, el tetrarca. Un monarca es un solo gobernante. El tetrarca es un régimen de gobierno de cuatro reyes. Y por parte de Herodes, siguió incansablemente el evangelio. Herodes fue uno de los gobernantes que tuvo el poder. Por lo tanto, él también era rey. Por supuesto, como los demás, fue instituido por Dios, pero incluso estos hoy, que también lo fueron. Herodes condenó a muerte a Juan por capricho, vanidad, codicia. João estaba amargado, con la esperanza bombardeada. Y era más que un profeta. Esto significa que João era mucho más grande que tú y yo y, sin embargo, pasó un momento muy difícil en su vida. Y Jesús acababa de resucitar a un hombre muerto, un joven que era hijo único de una mujer en la ciudad de Naín, una viuda, que sufrió un golpe por la pérdida de su esposo, luego la de su hijo. Al entrar Jesús en la ciudad, se encontró con una multitud después del entierro, que tenía una multitud alegre con Él. La multitud con Jesús siguió a la vida, la multitud con la mujer, siguió a la muerte. Hoy es más o menos así. Hay multitudes que siguen a Jesús y multitudes que siguen a la muerte. ¿Qué tenemos que hacer tú y yo, que somos parte de la multitud que sigue a Jesús? Tenemos que provocar una situación y Dios la ha puesto en nuestras manos, para que la multitud que sigue a la muerte sepa a quién seguimos, que es la vida. Juan estaba en prisión y mientras Juan estaba en prisión, Jesús estaba reviviendo a ese niño. Entonces Juan envía dos niños a Jesús y la duda es visible. Si prestas atención, no se trataba de la unción de Dios en la vida de ese niño, sino de la salvación, la vida eterna. Juan sabía que, si no fuera con Dios, nadie haría lo que hizo Jesús. El propio Nicodemo reconoció esto. No tengo atractivos ni nada que pueda convencer a los médicos que envían estas cartas, pero las obras que he mostrado, en su sabiduría, concluyen que lo que muestro no es cosa de hombres, es de Dios Todopoderoso. No es que Valdemiro haga nada para convencerlos. No intento dar saltos mortales, tirarme al suelo, tropezar, intentar convencer. Nada de esto, predico el amor de Dios y Él hace sus obras. La pregunta de Juan era si Jesús era el Salvador. Pero, ¿por qué llegó John a ese punto? El sufrimiento. Esperanza diferida, frustraciones, cosas que afectan la fe de los hombres. Cuando veo a un obispo o un pastor decir que abrirá una iglesia, no digo nada, solo adelante. Pero me pregunto si realmente saben qué es eso. Porque el mismo Pablo, que era mucho más grande que yo, dijo una vez que la impresión que tenía era que los apóstoles eran los últimos, sin derechos. Ves a personas que estaban en la miseria exhibiendo sus sitios, sus autos importados y la multitud aplaude, pero si ves al Apóstol viajando en un auto nuevo, eres un ladrón. Es decir, Dios puede enriquecer a otros, pero a mí no. No por mi vida. La verdad es que el mundo está en el maligno. Un jugador de fútbol