PALABRAS

JESUS SIEMPRE ESTÁ CON NOSOTROS

Deje que Jesús se detenga por usted, viva en su vida.

05/11/2020

Por: Apóstol Valdemiro Santiago

En Juan 14:18, Jesús dice que no nos dejará huérfanos. Un huérfano es una persona sin padres. Cuando un niño tiene necesidades, los padres lo alimentan. Si el niño está en peligro, son los padres quienes lo protegen. Un niño desprotegido, vulnerable y necesitado es un niño sin padres. Jesús dijo que no nos dejaría así.

Tú y yo vivimos en un mundo donde la perspectiva de Dios es diferente. Si te ves a ti mismo como los que viven en el mundo, no puedes ver a Dios. Hoy, casi no hay diferencia entre cristianos e incrédulos, pero la diferencia debe ser muy grande.

Nadie puede quitar de nuestro corazón y de nuestra mente la certeza de que, en cualquier circunstancia, Jesús no nos deja solos. Él vive y nosotros también vivimos. Quien no se entrega a Jesucristo no tiene vida propia, porque Él es la fuente de la vida. Las personas se vuelven diferentes cuando Jesús se les manifiesta, así fue conmigo, con mi vida. No tienes que ser de esta o aquella religión, ser influyente o tener amigos influyentes. Tener muchos amigos es bueno, pero si no tienes amigos y Jesús se manifiesta en ti, la gente lo notará. Jesús quiere ser libre para manifestarse en su vida. Él no quiere una religión para ti, Dios no tiene religión. La Biblia dice que la religión que le gusta a Dios es la que ayuda a los pobres, a los huérfanos y a las viudas. Tiene bendiciones para católicos, evangélicos de todas las iglesias, musulmanes, espiritistas, otros religiosos, ateos, pero no invade su vida. Cuando alguien para Jesús, ya consigue lo que quiere, pero hay una etapa más avanzada. Jesús es más grande que todos los hombres. El ciego de Jericó hizo todo lo posible por alcanzar a Jesús. Todos se dan cuenta de que cuando una persona es ciega, Jesús, sin embargo, lo sabía antes de ver a los ciegos. Ese hombre tenía algo en su corazón que llamó la atención de Jesús. No es por tu ropa o tu comida, tus costumbres. Es lo que hay dentro de ti lo que hace que Jesús se detenga por ti. Solo Jesús sabe lo que hay dentro de las personas y lo que hace que Jesús se detenga es lo que hay dentro de ellas. Hoy, creo que Jesús quiere detenerse por ti. Jesús se detuvo por el mendigo ciego y le preguntó qué quería. Sabía lo que el ciego quería y necesitaba, pero esperó para escuchar, por cortesía. Jesús es tan maravilloso que se detuvo en su vida, restauró su visión y luego continuó. El desfile de Jesús le dio al ciego exactamente lo que quería. Hoy, la promesa de Jesús es que si lo amas, Él no se detendrá en tu hogar, en tu vida, Él y el Padre morarán en tu vida para siempre. Hay personas que podemos ver que Jesús se detuvo por ellas y otras que estamos seguros de que Jesús vive en ellas. No te habló de religión, ni de que dependes de mí ni de quién ni de qué. Si puedes detener a Jesús, tu vida cambiará, mientras que si puedes hacer que Jesús viva en tu vida, todos se darán cuenta. Y quiere detenerse tanto como para hacer un hogar en tu vida. Cuando un visitante ilustre llega a tu casa, primero preparas la casa y lo tratas muy bien. ¿Y preparar la casa para que Jesús viva en ella? Si preparamos la casa para amigos y seres queridos, ¡quién se lo dirá a Dios! El primer paso que debemos dar para recibir a Jesús es limpiar la casa y nosotros somos la casa. Es necesario cambiar el corazón herido y resentido. Prepara el corazón para Él, prepara tu vida para Él, porque Él va a tu casa. Ofrece lo que tienes, que es tu amor, tu cariño, tu pesar, tu corazón.