PALABRAS

La bondad de Dios

La vida de David estaba tan vigilada, tan vigilada, que no podía fallar

06/04/2020

Por: Apóstol Valdemiro Santiago

“Te exaltaré, oh SEÑOR, porque me has liberado y no has permitido que mis enemigos se regocijen contra mí. Señor, Dios mío, te pedí ayuda y me sanaste. Oh SEÑOR, levantaste mi alma del pozo; preservaste mi vida para que no bajara a la tumba ", Salmo 30: 1-3.

David vivía entre enemigos, es decir, personas a las que no les gustaba.

Y cuando alguien no nos quiere y nos ve afligidos, lo primero que nos preocupa es que esa persona celebre y cita la religión preguntándonos: ¿dónde está tu fe? donde esta tu iglesia donde esta tu dios La vida de David estaba tan vigilada, tan vigilada, que no podía tener defectos, no podía tener problemas, no podía tener dificultades. Cuando una persona está molesta con nosotros es porque cree en el potencial de fe que tenemos. Los enemigos esperan celebrar la victoria sobre nosotros. Los enemigos del pueblo de Dios no celebrarán, porque el Dios de David es nuestro Dios. David tuvo problemas con varias autoridades y, además, tuvo problemas en su casa y enfermedades. Entonces dijo una oración de tanto poder, con tanta efectividad, con tanta unción. Nuestras oraciones no son las mismas todos los días, hay días en que la casa tiembla, y sentimos que sale la virtud para sanar y liberar. La fuerza de la oración de David no permitió que su alma bajara a la tumba. Dios está enojado con nosotros por un tiempo, pero pronto nos da la oportunidad de arrepentirnos y perdonar. Dios permite que las cosas sucedan, para que podamos entender que Él es Dios. ¡Tenga fe! Dios te bendiga.