PALABRAS

El pacto con Dios es fuerte y no se rompe.

Cuando haces un pacto con Dios, dura para siempre y es inquebrantable, porque Él es fiel en sus palabras y en todo lo que dice.

15/01/2020

Por: Obispo Amaury

“El hijo de esta mujer murió en la noche, porque ella yacía sobre él. Se levantó a medianoche, y mientras tu sierva dormía, tomó a mi hijo de mi lado y lo puso en sus brazos; y su hijo muerto lo puso sobre el mío. Al levantarme al amanecer para alimentar a mi hijo, he aquí que estaba muerto; pero cuando lo vi por la mañana, he aquí, no era el hijo con el que había dado a luz. Entonces la otra mujer dijo: No, pero la vida es mi hijo; el tuyo es el muerto. Pero ella dijo: No, el muerto es tu hijo; el mío es el vivo Entonces hablaron delante del rey. Entonces el rey dijo: Este dice: Este que vive es mi hijo, y tu hijo es el muerto; y este otro dice: No, el muerto es tu hijo, y mi hijo es el vivo. Y el rey dijo: Tráeme una espada. Trajeron una espada ante el rey. El rey dijo: Divide al niño vivo en dos partes y dale la mitad a una y la otra mitad. Entonces, la mujer cuyo hijo era el vivo habló al rey (porque el amor maternal estaba interesado en su hijo) y dijo: ¡Ah! Mi Señor, dale vivo al niño y de ninguna manera mátalo. Pero el otro dijo: Ni el mío ni el tuyo; estar dividido Entonces el rey respondió: Al principio da al niño vivo; no lo mates, porque esta es tu madre. 1 Reyes 19-27.

El pacto de amor es mucho mayor que el de la ley. La madre del niño decidió darle a su propio hijo para que no lo matara por amor.

Cuando haces un pacto con Dios, dura para siempre y es inquebrantable, porque Él es fiel en sus palabras y en todo lo que dice. Este pacto no tiene dolor, no tiene soborno, no tiene dificultad, no hay nada que rompa su pacto con Jesucristo. Haga un pacto con Dios y tenga fe en lo que está haciendo con Él, porque Dios no falla. El nuevo y eterno pacto es tu salvación y tu fe en Jesucristo. Dios es tan maravilloso que cuando nos ofrece un pacto, somos los mayores beneficiarios. Cuando estamos aliados con Dios, nuestros enemigos son derrotados, las circunstancias difíciles se transforman en bendiciones, la vergüenza se convierte en honor. La lucha continúa, pero siempre tendremos la ayuda del Señor Jesús para ayudarnos en nuestras dificultades. Tener el pacto con Dios. ¡Que tu día sea bendecido!