PALABRAS

Dios tiene un proyecto en tu vida

Independientemente de quién eres, nadie pasa desapercibido a los ojos del Señor Jesús.

07/10/2019

Por: Apostól Valdemiro Santiago

Al día siguiente, Jesús decidió partir hacia Galilea y encontró a Felipe, quien dijo: "Sígueme". Ahora Felipe era de Betsaida, la ciudad de Andrés y Pedro. Felipe encontró a Natanael y le dijo: "Encontramos a aquel de quien Moisés escribió en la ley, y a quien se referían los profetas: Jesús el Nazareno, el hijo de José".

Felipe fue uno de los hombres más bendecidos en la Biblia, si notas que no necesitaba ver a los muertos resucitar ni a los leprosos ser limpiados, por supuesto, él vio la grandeza que Dios hace. Pero Felipe recibió tanta unción que donde pasó la gente fue sanada. “Felipe, que bajaba a la ciudad de Samaria, les anunció a Cristo. La multitud escuchó por unanimidad las cosas que dijo Philip, escuchándolas y viendo las señales que estaba haciendo. Porque los espíritus inmundos de muchos poseídos gritarían en voz alta; y muchos paralíticos y cojos fueron sanados.

Aquellos que necesitan poco para creer en Dios reciben mucho de Él. A veces es mucho desánimo, porque nunca se mostró tanto de Dios a través de este evangelio. Y cuanto menos necesites creer, más bendecido serás. Hay personas que apenas pueden creer en el Dios todopoderoso, incluso Dios muestra milagros, incluso Dios actúa en lo imposible, hay personas que dudan de Dios. Independientemente de la situación, de quién eres, nadie pasa desapercibido a los ojos del Señor Jesús. Dios no te ve solo en los servicios, te mira todo el tiempo y en todas partes. Cree lo que puede hacer en tu vida. Dios te llamó con un propósito, tal como lo hizo con Felipe. Solo cree en Él, en el Santo Poder del Señor Jesús. Él está esperando que usted diga: "Aquí estoy", y grandes cosas que hará. Esta pelea que estás viviendo no es nada, ni siquiera cerca del proyecto que Dios tiene en tu vida. Dios te ha llamado a brillar y mostrar al mundo la grandeza de Él y que sin Él no somos nada. Dios no te necesita, porque eres tú quien lo necesita para que suceda algo extraordinario en tu vida. Él solo te invita a vivirlo. Piensa en esta invitación que el Señor te hace. ¡Que Dios bendiga grandemente tu día!