PALABRAS

La ira nunca producirá la justicia de Dios en tu vida.

No intercambies la Palabra de Dios por momentos que no valen nada. No dejes al Señor en segundo plano en tu vida.

13/08/2019

Por: Obispo Josivaldo

“Ustedes saben estas cosas, mis amados hermanos. Que cada hombre esté listo para escuchar, tarde para hablar, tarde para la ira. Porque la ira del hombre no trae la justicia de Dios ”, Santiago 1: 19-20.

Muchas veces te encuentras con situaciones que te enojan, te enojan, te molestan. Y por eso incluso intentas resolver tales situaciones a tu manera y nada funciona. Pero no valdrá nada, porque la ira nunca producirá la justicia de Dios en tu vida.

La justicia de Dios en nuestras vidas es y siempre será la práctica de Su Palabra. Siempre lo será, no hay otra manera que vivir el aprendizaje de las Escrituras del Señor Jesucristo. Cuando vives lo que está escrito en la Palabra de Dios, todo el tiempo estás recordando y consciente de lo que hay que hacer para lidiar con las situaciones incómodas que se te presentan día tras día. "Por lo tanto, dejando de lado toda impureza y acumulación de maldad, recibe con mansedumbre la palabra implantada en ti, que puede salvar tu alma", Santiago 1:21. Nuestra alma que el Dios todopoderoso anhela salvar ocurrirá desde el momento en que comiences a vivir en la práctica de Su Palabra. Y que proteges tu corazón, tu vida de toda impureza, de todo pecado, de todas las cosas equivocadas que el diablo intenta introducir y planta en tu corazón. En lugar de dejar que la impureza entre en tu vida, deja que la Palabra de Dios arraigue en tu corazón. No intercambies la Palabra de Dios por momentos que no valen nada. No dejes al Señor en segundo plano en tu vida. Haga de la Palabra de Dios y de Él lo primero que buscará, haga del Señor una prioridad en su vida. Cuanto más practiques la Palabra del Señor, más Dios tendrás en tu vida, más poder tendrá Dios en tu vida. Vive lo que Dios está diciendo en su Palabra, porque cuanto más lo busques, más cosas hará el Señor por ti y el diablo ya no implantará lo malo en tu vida. No te dejes engañar. ¡Que Dios bendiga grandemente tu día!