PALABRAS

Creer en la promesa del Señor

Dios tiene poder de hacer milagros suceder, basta con querer pagar el precio que Zacarias pagó

21/06/2019

Por: Apostól Valdemiro Santiago

"En los días de Herodes, rey de Judea, hubo un sacerdote llamado Zacarías, del turno de Abías. Su mujer era de las hijas de Aarón y se llamaba Isabel. Ambos eran justos delante de Dios, viviendo irreprochablemente en todos los preceptos y mandamientos del Señor. Y no tenían hijos, porque Isabel era estéril, siendo ellos avanzados en días ", Lucas 1: 5-7.

Zacarías e Isabel eran personas fieles a Dios, que seguía al Señor, andaba siempre en la presencia de Dios. Pero aun siendo personas que creían en el poder del Señor, sentían una vergüenza, una tristeza. Porque Isabel no podía tener hijos y en aquella época la felicidad de las parejas era tener hijos.

¿Por qué ser fieles al Señor, las personas los provocaban y cuestionaban el porqué de Isabel aún no tener un hijo, pues Dios no era poderoso para hacer un milagro en su vida? Hoy muchas personas lo hacen, tal vez usted está pasando por una dificultad y aún no ha tenido una respuesta del Señor, y sucede que la gente empieza a cuestionarle, porque está enferma? ¿Por qué está desempleado? Y así surgen las desconfianzas del Dios que usted sirve. El enemigo siempre va a usar a las personas para desanimarle, para dejarle con dudas del poder de Dios. "Y sucedió que, ejerciendo delante de Dios el sacerdocio en el orden de su turno, le correspondió por suerte, según la costumbre sacerdotal, entrar en el santuario del Señor para quemar el incienso" Lucas 1: 8-9. El sacerdote entraba al santuario para interceder por el pueblo y Zacarías entró en el santuario pidiendo al Señor que Isabel pudiera quedar embarazada. Entrar en el santuario es consagrar, ayunar, orar, clamar por algo que usted tiene deseo que el Señor cumpla. Cuando usted se dispone a orar, se postra al Señor, es como si estuviera entrando en el santuario. "Y durante ese tiempo, toda la multitud del pueblo permanecía de la parte de fuera, orando. Y he aquí que le apareció un ángel del Señor, en pie, a la derecha del altar del incienso. Al verlo, Zacarías se turbó, y se apoderó de él el temor. Pero el ángel le dijo: Zacarías, no temas, porque tu oración ha sido oída; e Isabel, tu mujer, te dará a luz un hijo, a quien darás el nombre de Juan. En ti habrá placer y alegría, y muchos se regocijará con su nacimiento ", Lucas 1: 10-14. Zacarías permaneció firme en las oraciones, no dejó con que la gente le desanimara de orar, clamar por su milagro. Entonces, aunque no ve al Señor, Él coloca a un ángel sobre su vida para llevar su clamor al Padre y de allí ser escuchado. Pero no fue fácil para Zacarías e Isabel, pues ellos pasaron por todas las molestias, desánimos, gente los entristeciendo cada vez más. De repente usted es una persona que está viviendo por vivir, no está viendo alegría en nada más. Porque no puedes realizar tus sueños, tus proyectos. Dios tiene poder de hacer milagros suceder, basta con querer pagar el precio que Zacarias pagó. Entra en el santuario y pide a Dios por su milagro y Él responderá de la mejor manera. Porque cuando Dios hace una promesa, Él cumple, independientemente de si es imposible para los ojos humanos. Confía en el Señor. ¡Que Dios bendiga su día!