PALABRAS

Siga la voluntad de Dios

Es difícil para la carne hacer lo que Dios quiere

07/01/2018

Por: Obispo Amaury de Farias

Nosotros tenemos dos alternativas en nuestras vidas, hacer lo que queremos o hacer lo que tenemos que hacer. Cuando un niño quiere un dulce y no el almuerzo, sabemos que será más fácil con los dulces, pero lo que le hace bien es el almuerzo. Así es el ser humano. Cuando usted hace lo que le place, se queda más tranquilo, pero el problema es que usted vive un mundo que no es el suyo, ni de nuestra propia vida, ni de la vida de nadie .Nosotros tenemos nuestra cabeza, nuestras actitudes, pero vivimos en un mundo que no es nuestro, por eso, tenemos que vivir según la regla de la vida. En nuestra vida tenemos que elegir entre hacer nuestra voluntad o la voluntad de Dios. Cuando ambas voluntades coinciden es bueno, pero generalmente, nuestra voluntad es diferente de la voluntad de Dios.

El consejo del Señor es que vivamos según Su voluntad, no por la nuestra .Lo que nos da bienestar , comodidad en nuestra vida es lo que sosiega nuestra carne. Nuestra carne quiere siempre devolver el mal, pero Dios nos orienta a perdonar y a olvidar.

El Apóstol Pedro preguntó a Jesús cuántas veces tendría que perdonar, si siete veces, pero Jesús le dijo 70 veces 7, lo que no significa que usted debe perdonar a su hermano 490 veces, sino cuantas veces sean necesarias. Todas las veces que usted sea atacado, necesita controlarse, asegurar su carne, tragar sapos y, si es necesario, dar las mismas oportunidades que la persona poseía antes con usted. Eso es dar la otra mejilla y continuar por la puerta estrecha, sin guardar odio ni rencor. Seguir la voluntad de Dios muchas veces es incómodo, desagradable para nuestra carne, pero ella es la puerta del sacrificio, de la integridad, de la bondad, de la paz, de la vida. La otra opción, la de la facilidad, es optar por la perdición. Nosotros vivimos entre dos opciones las 24 horas del día, entre nuestra voluntad y la voluntad de Dios, que es la más difícil de todas. En cuál puerta usted ha entrado, la estrecha o la ancha? ¿ Su voluntad o la voluntad de Dios? Aprenda, la vida es hecha de dos puertas. Todo lo que está delante de usted tiene esas dos puertas .Por cual de ellas usted vivirá, es una elección suya, es de cada uno de nosotros. Si usted quiere entrar por la puerta estrecha, abandone los errores y las facilidades y pague el precio.