PALABRAS

Tenga a Dios como su camino y como su referencia

Cuide para estar en el camino correcto y entre por la puerta estrecha

03/01/2018

Por: Obispo Amaury de Farias

Mateos 7.13 en adelante la biblia nos narra que hay dos caminos, dos opciones. Existen varias maneras de conducir su vida. La puerta más ancha lleva a la perdición. Nada es más simple que hacer su propia voluntad. Cuando usted ve una persona afligida, con problemas, la mejor forma de amenizar el problema de esa persona es quitarle ese peso. Dejar que ella haga lo que desee y así se sentirá bien. Esa es la puerta ancha, hacer lo que quiera. Hacer lo que quiere es una cosa, hacer lo correcto, es otra cosa. Hacer lo que es correcto, principalmente cuando eso implica hacer la voluntad de Dios, la propia biblia dice que aborrece al propio hombre, porque, cuando se hace la voluntad de Dios, el 99% de los casos, la voluntad de Dios es exactamente lo contrario de aquello que le gustaría hacer. Cuando alguien golpea su mejilla, los deseos que uno tiene no son de colocar la otra, sino de golpear la mejilla de quien te golpeó. Pero no es lo que se debe hacer. En situaciones que tenemos que perdonar, revelar, ceder, queremos hacer nuestra voluntad. Cuando estamos con dudas entre hacer la voluntad de Dios o la nuestra, se establece un conflicto y la carne dice que hagamos lo más fácil, mientras que la palabra nos dice que hagamos lo correcto. Porque oímos al Espíritu Santo, hacemos lo que Dios nos orienta y cuando hacemos la voluntad de Dios, nosotros mismos nos aborrecemos.

Si queremos conducirnos de manera correcta, eficaz, precisamos colocarnos delante de una orientación, de una palabra, un deseo y, cuando hacemos la voluntad de Dios, el 99 % de los casos eso implica que tenemos que dejar de hacer nuestra voluntad.

Hay tantas cosas que tenemos placer cuando lo hacemos por el nombre de Dios y muchas cosas que hacemos porque fuimos llamados, casi obligados. Pero lo hacemos por amor a Dios de la misma manera. La puerta estrecha es esa, despojarse de uno mismo para hacer lo que es correcto, lo que viene de Dios. El hecho de vivir sin conflictos, haciendo lo que me agrada, en el camino de la facilidad, no significa que tendré éxitos. Los caminos de la facilidad conducen a la perdición y son muchos los que entran por ella. Pero el camino que conduce a la vida, al éxito, a la realización, es pequeño y estrecho y son pocos los que aciertan con ella. Pagar el precio no es bueno, por eso son pocos los que quieren pagar el precio. Perdonar a quien te traicionó, hacer lo correcto mientras que la persona que no lo hace así prospera cerca de usted. Usted precisa mantener la actitud, porque esa actitud no depende de la actitud de los otros. El final de todo aquello no va a ser bueno. Nosotros no fuimos llamados para observar la vida de los otros, fuimos llamados para mirar nuestra vida, para hacer nuestro trabajo. Su base, apoyo, no es la vida de los otros, su referencia es la palabra de Dios. No tenemos que ver quien está delante, en la retaguardia, a la derecha o a la izquierda, mire para Jesús. Usted precisa entender que Dios es grande y compararse con la palabra y con la promesa del Señor, salir de esa situación de envolverse con otros parámetros que no sean la palabra de Dios, para que Él pueda trabajar en su vida. Dios podía haber hablado con Abrahán sin necesidad de pedir que saliera de su parentela, para que él pudiera ser cabeza y no cola .Para que las promesas ocurran, es necesario no estar próximo a las referencias que nos influencian. Por eso Dios decide mostrar Su grandeza para Abrahán alejado de todos. Mientras que para todos la referencia de la hija de Jairo era la muerte, Jesús dijo que ella dormía y continuó con Jairo para bendecir la familia. Cuando Jesús se aproximó con Jairo, las mujeres desfallecían de tristeza , le hablaban palabras de derrotas para Jairo porque la niña había muerto. Jesús colocó a todos los curiosos y a aquellos que se lamentaban para fuera y después oró por la niña. Eso es salir de la tienda, como Abrahán. En medio de las palabras de derrotas y las griterías, ¿ cómo Jesús podía trabajar en la vida de Jairo y en su hija? Si el problema hubiera sido con Jesús, estaría resuelto, pero el problema era con nosotros. Para trabajar en la vida de Jairo, Él tuvo que sacar de Jairo toda la derrota, el fracaso y las palabras negativas. Según la promesa de Dios, precisamos estar como cabeza y no como cola, dice para entregar su vida al Señor, confiar en Él y todo lo demás Él hará. Tenemos que amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo. Esa es nuestra referencia de vida.