PALABRAS

Acepte el sacrificio de Jesús en la cruz

Es su fe cuando reconoce a Dios la que cambia su vida

29/11/2017

Por: Apóstol Valdemiro Santiago

¿Cómo usted ve a Jesús? En Mateo 16, Jesús preguntó eso a los discípulos, como ellos Lo veían. ¿Quién de nosotros, al ver un hombre común, ensangrentado, clavado en el madero impotente, creería en Él? Hoy, aún con los milagros, existen aquellos que cuestionan y dudan. Los medios de comunicación, sin probar nada consiguen dejar a las personas en duda, incluso viendo el trabajar de Dios. ¿Será que usted y yo, mirando hacia la cruz que era un castigo , veríamos a Jesús como un ladrón, un hombre común , un rey, un salvador? Es mejor que usted no diga que Lo vería como un salvador, porque voy a dudar de usted, porque nosotros conocemos a Jesús haciendo cosas extraordinarias . La biblia en Lucas 23.39 dice que los malhechores morían en la cruz Malhechores son aquellos que practican el mal, que mienten, que asesinan, que roban, que adulteran y comenten diversos malos actos. Lo que esperamos de un malhechor es el mal. Jesús era presentado como rey, pero el rey entre los malhechores, ensangrentado, vistiendo harapos y humillado. Dios estableció que la participación de Él en la vida de alguien no es por causa de una religión, apariencia, raza, color, poder adquisitivo, nivel intelectual u otros parámetros, Él estableció que, para actuar Él en la vida de alguien, es a través de un único canal, la fe, que nos hace reconocer que Él es el único Dios y coloca a todos los hombres en igualdad. Dios no le pide nada para aprobarlo, apenas que usted Lo reconozca como verdadero Dios. Dios le pregunta hoy a usted con qué ojos lo ve. Si usted lo ve a Él como aquel malhechor en la cruz Lo hizo, entonces, usted será aprobado. Imagine, aquel hombre que era un ladrón, si hubiera sido una persona de bien, probablemente habría hecho una gran diferencia. Mientras que el otro ladrón le cobró a Cristo ,el se arrepintió y reconoció a Dios en la vida de Jesús.

En la cruz, Jesús aguantaba la carga de todas las generaciones, de toda la humanidad, llevaba sobre sí todos los dolores, enfermedades, vergüenzas, tristezas, males que afectan la humanidad en todas sus generaciones. Él cargaba el castigo que nos trae la paz.

Ese hombre cometió maldades y crímenes hasta el momento final de su vida, cuando, al final de todo, reconoció a Jesús como Salvador. Existe una sabiduría popular de religiosos que dice que pagamos por nuestros pecados. Es mentira. Aquel ladrón cometió muchos crímenes y no fue preciso pagar, porque la sangre de Jesús es lo que nos da valor, nos purifica de todo pecado. Si usted mira para Jesús y Lo reconoce como el Rey de la gloria, usted no necesitará más nada. Él cambia su vida, hace que usted venza todos los vicios, angustias, sufrimientos y dolores, porque Él sabe que no tenemos nada para dar, pero quiere ser reconocido. Eso es fe. El bandido vio a un rey implorar por agua y no recibir. Reyes reciben lo que quieren, pero Jesús ni el agua recibió, sin embargo, para el malhechor, Jesús era un rey. El cambio en su vida no está en religión o en profetas y pastores, ella comienza cuando usted reconoce que entrega su vida a Jesús y que Él es el Rey de la Gloria, Esa transformación sucede cuando usted se rinde a Jesús como su Dios y su Rey. No vemos un Jesús ensangrentado, vemos a un Jesús victorioso. Si aquel ladrón viera lo que vemos, probablemente sería arrebatado como Enoc, porque él tenía mucha fe al ver a un hombre completamente derrotado y reconocer a un rey. Acepte a Jesús. Si usted ha visto la gloria de Dios, ríndase a Él como su Señor y Salvador, reconózcaLo como su Rey, el Rey de la Gloria.