PALABRAS

Siga la dirección de Dios

Con Dios, su vida va a brillar

30/11/2017

Por: Obispo Amaury de Farias

Su vida debe brillar. Brillar en la familia es tener su casa a los pies del Señor. Brillar financieramente es estar siempre arriba. Brillar en la vida personal es tener éxitos. El brillo precisa estar en todas nuestras vidas y ese brillo estará siempre arriba. Los fotógrafos sacan fotos con un flash, que brilla y apaga, pero no será así en nuestras vidas, será un brillo continuo, brillaremos siempre. La biblia dice que triunfaremos independiente de cualquier cosa. Dios nos llamó para brillar. Abra su mente y retire toda pequeñez de su mente, pare de limitar el trabajo de Dios. Aquel que tiene la visión de Dios, que cree y reconoce, ese brillará en todas las áreas de su vida. Es promesa de Dios. Ese mensaje de ánimo es dado por la palabra de Dios. Cuando la biblia dice que estarán abiertos los ojos y oídos de Dios, ella habla de la atención del Señor junto al templo, lugar propio para recibir la oración, el clamor, de una gran nación. Por eso nos reunimos y congregamos, por la atención de Dios. La biblia deja claro que la oración que se hace en la iglesia es diferente de la oración hecha en cualquier otro lugar. La atención del Señor está siempre dirigida para un lugar especial, que es el lugar dedicado a la reunión de personas en el nombre de Él. Tenemos la garantía de que, donde dos o más se reúnan en nombre de Jesús, Él está en nuestro medio. Cuando Jesús buscó a Abrahán, él apenas fue, él caminó hasta donde Dios pidió. Cuando la persona es sierva de Dios, es así que ella reacciona. La casa de Dios, el templo, es el lugar especial, usted precisa caminar hasta donde Dios guía y le orienta. Cuando salimos por la noche, en estos días de navidad, lo que más vemos son puntos luminosos, decorativos, que llenan los edificios, pero son luces sin propósitos, apenas luces. Cuántas luces como esas ya vimos y ver esos puntos de luz no hace ninguna diferencia en su vida. Nosotros no lo estamos invitando para la Noche de Abrahán para que vean las luces en el techo, sino para recibir la Palabra de Dios que le da la victoria e ilumina su vida. No basta observar las estrellas, Abrahán también las vio muchas veces, pero apenas cuando él fue llamado sobre un fundamento, es que él tuvo la visión y el cambio en su vida. Lo que cambiará su vida es tener la palabra de Dios en su corazón y practicarla. Todo es una cuestión de propósito. Pedro pasó la noche entera lanzando la red al mar y nada ocurrió, pero después Pedro sirvió a Jesús, escuchó del Maestro donde debería lanzar su red y tuvo éxito en su vida, fue honrado por Dios, como la palabra promete. Si usted Le sirve, Dios lo honrará.

El secreto no está en lo complicado o en la elaboración, en la preparación o en los detalles y las cosas presentes. El secreto está en hacer o dejar de hacer, actuar o dejar de actuar, andar o dejar de andar, según la voluntad de Dios. No es lo que hacemos que tiene éxito , sino lo que hacemos bajo la orientación de Dios.

Lo que usted verá hoy abrirá sus ojos, pues será bajo la orientación de Dios. Naamán estaba muriendo cuando su corazón se llenó de esperanzas al escuchar de una empleada que sería curado si iba hasta donde estaba el profeta Eliseo. Él partió enseguida en busca del profeta, en Jerusalén. Cuando llegó, el profeta mandó a su auxiliar a recibir a Naamán y le dio a él instrucciones para sumergirse en el rio Jordán. Cuántas veces él ya se había sumergido en las aguas. Él se quedó indignado, porque pensó que necesitaría de algo elaborado para ser curado, algo complicado. Y no es así que las cosas funcionan, la visión de Dios es simple, lo que hace funcionar en nuestras vidas no es la complejidad, es de donde viene la dirección. No fueron las aguas las que curaron a Naamán. Naamán no lo creyó en el primer instante por estar acostumbrado a bañarse en ríos y despreció lo que recibió de Dios. Él mal sabía que el secreto no eran aquellas aguas, sino quien habló. Vino de Dios, entonces no lo desprecie, continúe y tome posesión. El secreto no es lo que se hace aquí, sino de donde viene la orden a lo que se hace aquí. Prácticamente preparado para partir , enojado por la simplicidad de la instrucción que vino de Dios, un capitán llegó donde estaba Naamán y le dijo que, si fuera algo complejo, él lo hubiera hecho, entonces,¿ por qué no hacer lo simple? Nunca mire para lo que usted recibe, mire de donde usted lo recibe. Usted es quien decide que es lo que recibe para su vida .Naamán escuchó, se sumergió en el rio y fue curado. Su vida va a brillar y el secreto está en la palabra que usted recibió en su corazón. Escuche lo que Dios le da, haga todo lo que venga del Señor, ya sea repetitivo, ya sea simple, sea lo que sea, viva en la dirección de Dios .