PALABRAS

Confíe solamente en Dios

Su amor necesita ser para Dios , de lo contrario, todo está perdido

14/11/2017

Por: Apóstle Valdemiro Santiago

En Jeremías 17.5, Dios dice: “Así ha dicho el SEÑOR: “Maldito el hombre que confía en el hombre, que se apoya en lo humano y cuyo corazón se aparta del SEÑOR”. Muchas son las cosas que separan el corazón de los hombres de Dios, sin embargo, Él nos hizo para que tengamos una alianza con Él . El corazón es pensamiento y nadie consigue pensar dos cosas al mismo tiempo. Usted necesita separar su pensamiento para Dios y no de Dios. Nada puede ser una prioridad en su vida de tal manera que le haga pensar más en ella que en Dios, sea ésta positiva o negativa. Cualquier cosa que ocupe su corazón y le impida de pensar en Dios, ella lo aparta de Dios. Es una situación grave que problemas familiares, personales, problemas financieros y de salud puedan apartarlo de Dios. Algunos , de tan ocupados, en vez de pensar en Dios, hacen siempre la misma oración. Obispos y pastores tienen deseos de que las puertas se abran y todos quieren un ministerio bendecido, pero sólo aquellos que enseñan a la gente a amar a Dios tendrán esa realización. El milagro sucede naturalmente, no necesitamos predicarlo, mas sí el amor de Dios y la importancia de amarLo. Usted necesita hacer un autoanálisis de cuánto tiempo usted ha pensado en Dios. No se engañe pensando que otro además de Dios es responsable por las bendiciones que llegan a su vida. Antiguamente, los sacerdotes necesitaban servir de intermediarios , pero el velo del santuario que impedía que cualquier persona entrara ante la presencia de Dios se rasgó cuando Jesús subió al calvario. Donde quiera que esté usted, si usted dice” Padre nuestro, yo entro en Su presencia”, no habrá más velo. El maldito es mal hablado, no tiene éxitos. Confiar en el hombre puede ser confiar en familiares, en profesionales, en cualquier genero del ser humano, incluso usted. Cuando usted cree que es capaz de llevar sus proyectos a cabo, usted confía en un hombre. Todo lo que deseamos y anhelamos solamente puede venir de Dios. No haga de la carne su brazo, no quiera conquistar usando su capacidad, porque hasta los más capaces del mundo no tienen recursos propios, toda capacidad viene de Dios. No se iluda con su inteligencia, con su fuerza, sus riquezas, confíe en Dios. Un árbol, un desierto, deshidrata. El ser humano es 70% agua, como ellos. Nuestro cuerpo necesita nutrirse y nuestra alma también necesita de nutrientes, por eso mismo Jesús le dijo a aquella mujer que quien beba del agua que Él concede, vivirá eternamente. Las personas necesitan aprender a confiar en Dios. En Israel, algunos dudaron de Jesús porque esperaban un guerrero, no confiaron que Él, mientras fue predicador, resolvería todos los problemas de la humanidad.

La confianza es individual. Nadie puede determinar si usted crecerá financieramente o no, porque solamente Dios sabe lo que usted tiene dentro de sí. Dios es quien hará que usted llegue dondequiera llegar. Si en algún momento le dijeran que usted no puede, glorifique a Dios, porque Dios dice lo opuesto, porque Él es Dios de lo imposible y los que confían en el Señor reciben la victoria.

Nuestras recompensas, la realización de nuestros sueños vienen de Dios. Vivimos en un periodo de sequia en este país ( Brasil) , mas no precisamos pasar por eso, porque quien confía en Dios es alimentado incluso dentro del desierto. El año de sequía llega para todos, mas para aquellos que confían, ni se preocupan ni dejan de dar frutos. Corromper el pensamiento es cambiar, es desviarse de los pensamientos que Dios tiene para nosotros. Las malas noticias llegan para corromper el corazón, que es mentiroso y desesperadamente corrupto, éste cambia constantemente. Para todo, mire con los ojos de la fe, porque si Dios prometió, Él hará. Dios da a cada uno según su proceder, según el fruto de sus acciones, por lo tanto, no se corrompa, porque lo que es suyo que viene de Dios está llegando. Dios no se opone que usted sea rico, pero quiere que usted viva correctamente, con rectitud. La persona que junta riquezas ilícitamente se equivoca a sí misma, porque Dios promete que todas esas riquezas serán perdidas durante la vida y después vendrá el juicio de Dios. Para aquellos que dejan al Señor, la vida es de vergüenza y de derrota. Cuando usted viene por Dios, recibe su victoria, pero cuando viene por victorias y ellas no llegan, desanima, por lo tanto, aprenda a amar a Dios y no caer. Buscad a Dios por amor a Él, no por causa de un milagro, ore a Dios por amor, por la satisfacción de estar con Dios y continúe acercándose cada vez más a Él. Quien se aleja y se separa de Dios tiene el nombre escrito en el suelo, para ser pisoteado, avergonzado. No caiga.