PALABRAS

Cuide y conserve la visión que usted tiene de Dios

Obedezca y vigile para no perder su visión espiritual y se torne un ser humano común

10/11/2017

Por: Bishop Amaury de Farias

Sansón tenía algo que todos nosotros también tenemos, que es lo que conserva nuestra visión del Señor: la obediencia. Cuando la persona es fiel, ella anda atenta y guarda los conceptos de Cristo con ella, no anda embriagada ni tambaleándose , es lista y está sustentada, apoyada por la visión de Dios. Satanás quería destruir la fuerza de Sansón y lo intentó en varias ocasiones. Hasta colocó a una mujer de origen dudosa en la vida de Sansón. Nadie pierde la visión de Dios de una vez, todos van perdiendo la visión espiritual poco a poco y cuando se dan cuenta, ya están completamente ciegos. El consejo de Dios era que las personas de Israel se casaran, se juntaran con las personas de la misma tribu, que fueran de la misma linaje, no con las extranjeras. La ley de Moisés decía que no se casarían con los hijos e hijas de esas naciones, ni los tomarían para sus hijos e hijas, pues adorarían a otros dioses y la ira del Señor se encendería contra todos y los destruiría. Sansón sabía eso. Jueces 16.4 nos dice que, al aproximarse a Dalila, Sansón se quedó encantado y se dejó enlazar por una mujer que la biblia recomendó que no debería relacionarse y debido a eso comienza a sentir los primeros síntomas de su vista espiritual borrosa. Él comienza a perder el rumbo, cuando comenzó a hacer lo que no debía. Aquella mujer comenzó a cumplir con aquello que la biblia dijo que sucedería en Deuteronomio, que era la destrucción que provenía de Dios. Encantado, hechizado ,jugando con lo que no debía , Sansón acaba relacionándose con Dalila y ella comienza a intentar descubrir la raíz de la fuerza de Sansón, de dónde su fuerza provenía. La intención de Dalila y de los enemigos de Sansón era descubrir el origen de su fuerza, el vencer, el capturar, el destruir. La intención de los filisteos era destruir a Sansón y la intención del diablo con nosotros es la misma. En una conversación mansa y suave, Dalila intentó saber de Sansón el origen de su fuerza. Su fuerza y la mía consiste en la fe en Jesucristo. Para destruir a un cristiano, es necesario ir al origen de su fuerza, que es donde está su visión de Dios, cómo usted ve a Dios. Cuando usted ve a Dios, usted es fuerte, pero cuando deja de ver, de mirar a Dios, usted se torna frágil, debilitado.

El diablo quiere que usted sea una persona común, no una persona espiritual. Mientras usted tenga su mirada en Dios, usted nunca será como una persona común y Satanás no podrá vencerlo, él solo podrá hacerle mal si usted es una persona común, por eso él no desistirá hasta que usted se convierta en una.

La primera vez, Sansón le mintió a Dalila y le dijo que si lo ataban con siete cuerdas de arco frescas se debilitaría. Ella así lo hizo y luego llamó a las tropas de los filisteos, pero él como mintió, los venció fácilmente. De nuevo, ella le preguntó en que consistía su fuerza y en esta ocasión ella lo amarró y él rompió las cuerdas como un cordel se rompe cuando toca el fuego. Sansón estaba tan ciego que Dalila tramaba para él, sin éxito, y aún así él no conseguía ver que estaba yendo como una oveja para el matadero, porque él comenzó a desviarse y a no cumplir la palabra de Dios. Él fue tan imprudente que llegó una hora que él cayó en las trampas. Sansón contó que la fuerza de él venía de sus cabellos. Satanás quería quitarle su fuerza, porque mientras usted tenga una alianza con Dios, él no podrá hacer nada, pero cuando usted pierda su alianza con Dios, su visión, usted perderá su fuerza y será derrotado. Sansón fue capturado, humillado, preso, ciego y en fin, muerto. El diablo quiere lo mismo para usted, quitarle su visión, avergonzarlo, humillarlo, esclavizarlo. Las personas comunes, ¡pobrecitos…! Mas aquellos que tienen la visión de Dios, el diablo no los toca. Preserve su visión, porque es ella la que lo llevará a los reinos de los cielos, a la felicidad, a la paz, al éxito. Todo lo que usted determine tendrá éxito, llegará dondequiera que desee, solamente precisa de esa visión, que viene de Dios, que Él le da. El Señor nos ha traído para que seamos el pueblo escogido por su misericordia con nosotros y Dios desbloqueará cada vez más grandes cosas dentro de usted. Para ello, usted necesita continuar con su visión de Dios El Señor nos trajo para ser pueblo escogido por Su misericordia