PALABRAS

Todo es por la fe

Deje que Dios amplíe su visión, salga de donde esté

31/10/2017

Por: Bishop Amaury de Farias

Todo lo que conquistamos viene a través de la fe. Lo que nos salva, lo que nos hace prosperar, vencer, es la fe. Por la fe somos salvos, mediante la gracia. Para alcanzar la salvación, tenemos que manifestar nuestra fe. Es un favor no merecido, que necesita que tengamos fe. ¿ Usted anda rodeado de personas las cuales no les cae bien?¿ Tiene relaciones con alguien desde el punto de vista afectivo que no le cae bien? Dios se cerca de aquellos los cuales Él siente agrado y es por la fe que agradamos a Dios. Sin la fe, no podemos recibir nuestra victoria, no se cumple la promesa ni ve a Dios. El galardón es la bendición, la respuesta, la solución de aquello que usted precisa y nosotros lo ganamos mediante la fe. Y usted puede estar preguntándose, ¿ cómo conquistamos la fe? Nosotros todavía tenemos una ventaja, porque la fe nace en la vida del ser humano cuando él recibe la información, la instrucción, el conocimiento de la grandeza de Dios, por eso la biblia dice que la fe viene por el oír, por el ejemplo, por aquello que es real. Lo que hace la diferencia es la palabra de Dios. La fe viene por el oír y oír la palabra de Dios. Es así que surge la fe. La fe nace, crece, se consolida, se afirma y funciona en la vida de la gente. Usted, en la Iglesia Mundial del Poder de Dios, está un paso delante de muchos porque tiene el privilegio de ver y oír los milagros y maravillas que Dios obra en este lugar. Si usted ya tiene una preparación, imagínese aquel que no la tiene. Aquí, usted oye la información y testifica el poder de Dios, testifica lo que ocurre en su vida a través de la fe. Es a través de esos milagros que sus ojos se abren para ver el poder de Dios. Cuando Dios llamó a Abram, le hizo promesas, pero antes de la promesa ,el Señor mostró que aquello era posible, reveló Su grandeza. Dios sabía que era para que Abraham, aún Abram, pudiera tener noción de lo Dios le había prometido. Para poder bendecir a Abraham, primero Dios precisó sacarlo del medio donde él estaba. Quien está a su lado escucha lo que usted comenta e imagina algo totalmente diferente a lo que usted imaginó por tener una visión diferente a la suya y entrega el diagnostico que no es el mismo que el de Dios o el que usted, espiritualmente, recibe de Dios. No es por mal, él hablará de lo que él sabe, entiende, como hombre natural, por lo que él aprendió con la lógica y la experiencia, en la vida de un ser humano normal. Eso puede ser un balde de agua fría, pero usted, espiritual, precisa comprender que es diferente con usted, porque para usted, usted sabe de la grandeza del Señor.

En el momento que Jesús llama, Él realiza lo que bien entienda, por el poder de Él. Pero si otra persona convive en un medio donde eso es diferente de lo que ocurre en su realidad, ¿puede imaginar y creer que Dios hará el milagro?

Los hermanos y los familiares, los amigos de Abraham, no entenderían ni creerían en la promesa de Dios, de él ser padre , por él ser anciano y con una persona estéril. Y Dios es así, Él cambia la historia de quien no es para ser y confundir quien es y a aquellos que saben. Pero para que Dios obre, es preciso que usted salga del medio de quien y de donde usted está y escuche apenas la palabra del Dios de lo imposible, que dice que puede hacer que el milagro ocurra. Cunado nos apartamos de todos para aproximarnos de Dios, salimos del medio de todos para oír la voz del Señor, Él hace la diferencia en nuestras vidas. Cuando hacemos eso Dios nos muestra como puede realizar lo imposible. Es cuando usted se aparta de todos y se aproxima a Él que la promesa viene sobre su vida, amplíe su visión. Y usted, que cree que su vida es como ella está, que precisa aceptar el sufrimiento, que no hay más solución, venga para la iglesia, porque aquí, haré todo lo posible para que usted vea que Dios va a transformar todo, va a sacarlo de ese medio y colocarlo en un lugar amplio, abrir sus ojos y permitir que llegue adonde usted siempre soñó y nunca imaginó que podría suceder. Cuando usted vea las señales entenderá que Dios tiene cosas grandes para entregarle en su mano, porque no nació para sufrir.