PALABRAS

El amor de aquella madre

Jesucristo estaba probando la fe de aquella mujer ( …. )”

28/10/2017

Por: Bishop Amaury de Farias

En Mateo 15.22 dice :” Entonces una mujer cananea que había salido de aquellas regiones, clamaba diciendo: —¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente atormentada por un demonio. Con ese mensaje de la Biblia Sagrada podemos aprender sobre el dulce sentimiento que se llama: Amor .Cuando esa madre se acercó a Jesucristo, podemos ver cuánto amaba a aquella hija, ¿sabe por qué? Porque aquella niña daba dolor de cabeza, pero aún así ella no dejó de amarla y de cuidarla , fue a buscar la solución en Jesucristo, porque sabía que el Maestro podría expulsar a todos los demonios y su hija quedaría libre de aquel mal. ¿ Consigue imaginar la situación en la cuál ella vivía? ¿ Consigue imaginar cuánto la madre lloraba?¿ El estrés que existía debajo de aquel techo? Pero aquel amor que la madre sentía por la hija hizo que ella continuara creyendo que en algún momento su hija estaría liberada. A nadie le gusta tener al lado a una persona que da trabajo, que irrita, que incomoda, ¿ no es verdad? ¿ se acuerdan del pasaje bíblico sobre la historia de Job? En el momento en que todo estaba bien, su esposa estaba a su lado, pero en el mismo instante que todo cambió, que él estaba en la miseria, sucio y enfermo, ella se alejó y aún lo dijo que maldijera al Señor.

Tenemos que perseverar mi querido, tenga a esa madre como su referencia, ella no abandonó todo, ella insistió en la solución del problema, ella fue hasta el Salvador para pedir socorro. Continúe firme mi querido, persevere en la oración para su esposo, su esposa, sus hijos, o para aquella personas que usted está orando, continúe mi hermano, porque nuestro Dios puede cambiar la situación.

Cuando usted tiene ese sentimiento llamado amor y tiene fe consigue luchar hasta el final,¡ no desista! Y respondiendo dijo: —Yo no he sido enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Entonces ella vino y se postró delante de él diciéndole: —¡Señor, socórreme! Él le respondió diciendo: —No es bueno tomar el pan de los hijos y echarlo a los perritos. Y ella dijo: —Sí, Señor. Pero aun los perritos comen de las migajas que caen de la mesa de sus dueños. Mateo 15.24-27 Jesucristo estaba probando la fe de aquella mujer. Él sabía el tamaño del amor que aquella mujer sentí por su hija, porque Él sabe todas las cosas, pero aun así Él la probó una vez más. Y con amor en sus palabras, ella conquistó el corazón del maestro. Entonces respondió Jesús y le dijo: —¡Oh mujer, grande es tu fe! Sea hecho contigo como quieres. Y su hija fue sana desde aquella hora. Mateo 15.28 . Hoy, Dios lo está llamando para cambiar su vida, pero para eso, usted precisa desbordar amor y fe.