PALABRAS

Cuide de su tiempo para que pueda ser salvo

Su cronómetro pronto cesará, esté preparado

26/10/2017

Por: Bishop Amaury de Farias

Todos nosotros, que creemos en Jesús, tenemos vida eterna. La vida continúa incluso después de la muerte, cada persona apenas pasa de una vida para la otra. El cronómetro de la vida no para, lo que se detiene es el cronómetro de nuestro objetivo, de nuestro tiempo para definir donde es que pasaremos la vida eterna. En cualquier momento, el cronometro parará y será el fin del tiempo que usted tuvo para decidir y definir su vida. Si usted no define ni decide su vida, cuando eso ocurra, no habrá más chances. En Lucas 16.18, la biblia cuenta la historia de 2 cronómetros, uno de un hombre rico y el otro de Lázaro. Un día, el cronómetro de Lázaro paró y, después, el cronómetro del rico también paró. Es en ese momento que diremos lo que hicimos o lo que dejamos de hacer. La biblia dice que ese rico se vestía de púrpura y lino fino, y hacía cada día banquetes con esplendidez. Y cierto pobre, llamado Lázaro, estaba echado a su puerta, lleno de llagas, y deseaba saciarse con lo que caía de la mesa del rico. Aun los perros venían y le lamían las llagas. Aconteció que murió el pobre y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham. Murió también el rico y fue sepultado. Porque todos nosotros caminamos para el fin. Cuando nacemos, nuestro cronómetro dispara y el tiempo que tenemos comienza a girar hasta parar. Diferente de Lázaro, el rico fue llevado al infierno, en tormentos. Él le dijo a Abraham que tuviera misericordia, le pidió que Lázaro tocara el agua y mojara sus dedos y le diera de beber. Abraham le respondió, que él tuvo todo el tiempo del mundo para resolver la vida de él, que tuvo todas las regalías en vida y que Lázaro había hecho una elección correcta, mientras que él , el rico, sus elecciones había sido erradas. Ahora era demasiado tarde, porque su cronómetro había parado. En cualquier instante nuestro cronómetro puede parar. Algunos piensan que solo parará cuando queramos, pero no es así. Dios nos da todas las oportunidades para poder entrar en el reino eterno, en el Reino de los Cielos, pero Él quiere que hagamos todo lo que precisamos para que esto ocurra, que nos libremos de lo que precisamos, pero rápido, porque a cualquier momento, e tiempo acabará. Usted necesita librarse de aquello que no le permite entrar en el Reino de los Cielos. Ninguno de nosotros sabe si existirá mañana y Jesús dice que lo que debemos hacer, debe hacerse lo más rápido posible. Aquel rico nunca se imaginó que el cronómetro pararía con él desprevenido, por eso tenemos que andar siempre con nuestras vestiduras blancas, sin tener de que avergonzarnos, ni ser sorprendidos, sino practicando la fe. Necesitamos ser cautelosos para que nuestro corazón no se sobrecargue con las orgías, embriaguez y las preocupaciones de este mundo que le quitan la salvación a muchos, para que no vengan repentinamente sobre nosotros como un lazo. Cuando el cronómetro de Lázaro paró, él estaba listo, había hecho lo que necesitaba, mientras que el rico fue atrapado por el lazo. Todos tuvieron circunstancias de vida y tiempo de hacer lo que era necesario. Si Lázaro, en condiciones infrahumanas, hizo lo que era necesario, todos pueden hacerlo . Cuando el cronómetro para, el tiempo se acaba. Hay un abismo entre los salvos y los condenados. No hay purgatorio ni medios de encaminar el espíritu o el alma de nadie. Quien inventó eso de encender la vela fue algún dueño de fábrica de vela inteligente que se hizo rico, probablemente. No se engañe, no hay acrecimos , ni “penalti”. Acabó, acabó. Lo que usted debe hacer, hágalo ahora, no espere a ser bautizado ni arrepentirse. La Biblia dice que, si es necesario arrancar un ojo o un brazo, hágalo, para que usted no sea lanzado entero en el infierno. Usted necesita hacer esto mientras el cronómetro rueda.

Entregue su vida a Jesús hoy. Pedro era discípulo y estaba con un pie en la iglesia y otro en el mundo, pensaba que estaba con Dios, pero estamos con Dios cuando hacemos la voluntad de Él, no cuando estamos físicamente cerca. Él pensaba que podía vacilar que después tendría tiempo para corregirse.

Un día, Jesús fue donde estaba Pedro y Le dijo que si él muriera en ese momento estaría perdido. Satanás pidió el alma de él para zarandearla como trigo y Jesús fue quien rogó por él para que su fe no fallase. Por poco Pedro fue atrapado por el lazo. Por eso, precisamos guardar nuestra alma, continuar constantes practicando la fe. Ninguno de nosotros sabe cuando el cronómetro va a parar, entonces no podemos demorarnos, tenemos que decidir para que podamos entrar en el Reino de Dios. Cuando el rico supo que no tenía más tiempo, el rico le pidió a Abraham que Lázaro volviera y le hablara a todos aquellos que aún estaban vivos, que les diera testimonio, porque aún tenían una oportunidad. Abraham se negó y le dijo que estaba Moisés y los profetas y que podían oírlos. En otras palabras, Abraham le dijo que el cronómetro que había disparado tanta para el rico como para Lázaro era el mismo para todos, que todos los que quieran, deben hacer lo que se necesita hacer, porque todos recibirán el tiempo, cada uno tiene que aprovechar ese tiempo, porque después que pare, acabó. Haga lo que usted necesita hacer mientras todavía hay tiempo, no se duerma . Necesitamos andar con nuestra vida resuelta, de vestiduras limpias, tranquilas, porque si nuestro cronómetro se detiene hoy, podamos entrar en el Reino de los Cielos. Lo que usted tiene que hacer, hágalo ahora, para vivir en paz, con la certeza de que usted no será atrapado por el lazo. No deje que nada le quite el foco de las cosas de Dios, dirija su mirada hacia Cristo, viva practicando la fe. Quien vive del pasado es museo, tenemos que vivir día a día en la actividad de la fe, para no ser atrapados desprevenidos. El Señor quiere nuestra vida con Él en el cielo, Él te quiere salvo.