PALABRAS

Acuérdese del amor de Dios

Dios quiere que usted lo ame y se acuerde que, en el desierto, Él lo protege

18/10/2017

Por: Apostle Valdemiro Santiago

La rebeldía es desobediencia. En Jeremías 2.1, Dios habla al pueblo de Israel sobre su infidelidad. Las palabras de Dios sugieren que aquel pueblo solamente poseía una fuente de recursos. Dios nos da tierra fértil, conquistas, prosperidad, pero lo que a Él le gustaría de verdad es que dependiéramos de Él como el pueblo dependía en el desierto. En el desierto, no vale la pena sembrar, cavar, criar animales. Solamente hay una fuente de recursos en el desierto. Y el desierto no es físico, sino representa aquella fase de la vida en que ni las personas más allegadas nos pueden ayudar. Todos tenemos que pasar por el desierto y solamente existe una fuente de recursos, que es el Señor de los Ejércitos. En el mundo, la mayoría no soporta el desierto. Podemos ser llevados al desierto por nuestros errores, por nuestras actitudes, por nuestras decisiones o por el propio Dios. Jesús también pasó por el desierto. Dios continua dejando bien claro que aquellos que enfrentan a Su novia, que hacen mal a la iglesia, es Dios quien va a cuidar y cobrar de quien haga ese acto. Dios siente tanto amor por nosotros que no tenemos ni idea. Nosotros nos encantamos con las cartas de amor de los esposos, esposas , novios, novias. Yo me quedo pensando cómo nosotros deberíamos orgullecernos sobre la declaración de Dios todo poderoso dicha en este mensaje. Pienso en la grandeza de Dios, en hacer una declaración para alguien tan pequeño como lo somos nosotros. Con cariño, Dios preguntaba qué era lo que había hecho de injusto para que aquel pueblo se hubiera alejado de Él. Una parte era ignorancia, otra era rebeldía, pero el mundo hasta hoy está de esa manera. Él mencionaba como el Señor, en su gran amor, protegía al pueblo de la sombra de la muerte. Nosotros aun caminamos por la sombra de la muerte y Él aun nos protege, en momentos que ni siempre llegamos a percibir. Nosotros, seres humanos, tenemos la tendencia a la ingratitud, a no acordarnos de las cosas buenas que nos hacen. Nos acordamos de las cosas malas que nos hacen, pero de las buenas, no nos acordamos. Por eso Dios condena la ingratitud.

Las personas piensan que esta obra es una religión o una secta. No es nada de eso, nosotros revelamos a las personas cuanto Dios las ama. Sé que no tengo nada para ofrecer, Dios también me encontró en el desierto y cuida de mí, nunca me dejó solo. Ese mismo gran amor de Dios está cuidando de usted. Habrá momentos en que usted estará en el desierto, pero Él estará cerca de usted y no le faltará nada.

Usted, sin embargo, no puede cambiar o abandonar la afección de Él, ni dejar de sentir afección por Él. Usted precisa seguir a Jesucristo y estar con Él, que Él estará contigo en el desierto. Además de Él, nadie podrá ayudarlo en el desierto. El lamento de Dios era porque aquellos que Él había ayudado en el desierto lo habían cambiado por ídolos, por otros dioses. Dios continuó enamorado de Su novia, pero ella Lo dejó y se perdió. Por eso la humanidad está tan destruida. Ningún otro modo además de la afección por Dios puede cambiar la humanidad. Solamente Dios puede rescatar a Su pueblo. Lo bueno es confiar en Dios siempre, porque solamente ÉL puede cambiar su vida. Y Él no pide mucho de nosotros, solamente extraña nuestro amor por Él. Nuestra garantía en todo es Dios, nuestra esperanza en todo es Dios, nuestra fe en Dios. Incluso en el peor momento, si usted ama a Dios y está con Él, no faltará a carne, el maná, no faltará el agua. La orientación de Dios es estar siempre con Él.