PALABRAS

Cuida de su invitación al gran Banquete

El día cada vez está más cerca

14/10/2017

Por: Apostle Valdemiro Santiago

Una cena es un banquete que normalmente se hace para celebrar un ocasión especial. En Lucas 14.14, Jesús llama el día de la salvación para el Reino de Dios del gran banquete. El dueño del banquete tiene el deber de invitar e informarles a todos que el banquete ocurrirá. De igual manera, la palabra de Dios es anunciada y ningún ser humano podrá disculparse diciendo que no sabía del banquete. La cena está preparada y tenemos evidencias, podemos probar sobre Jesús y cómo Él está preparando la cena. Todos los días, invitamos a las personas. Dios decidió preparar la cena gratuitamente, pero las personas están muy preocupadas y algunas están ciegas o sordas espiritualmente hablando. Nadie escapará del día de la cena del Señor. Puede ser que usted se burle, ría, pero ni yo, ni usted, escaparemos. Llegará la hora del aviso y la puerta del salón de la fiesta se cerrará y nunca más se abrirá. Vivimos la fase de la invitación, de la expectativa del aviso. Nosotros somos bienaventurados, porque la agencia que nos envió la invitación, que es esta obra, consigue ilustrar el lugar para donde usted va. Las agencias de viajes pueden describir, mostrar fotos , películas. Esta obra es semejante a las agencias que muestran películas del lugar, porque ella muestra la grandeza de Dios. Vemos cosas que ningún hombre puede hacer. Que frustración debe haber pasado el dueño de la fiesta. Invitó a sus parientes, amigos, vecinos, compró comidas, carnes, bebidas, postres y nadie apareció. Lo mismo ocurrió con Dios , que preparó para los judíos un banquete, pero no lo aceptaron. Entonces, él decidió invitar a toda la humanidad y esa cena, la fiesta de Dios, nunca se va a acabar, es eterna. Para tomar posesión de esa cena, tenemos que renunciar, pagar el precio, que no es más que priorizar la invitación y no marcar ningún otro compromiso. Las preocupaciones con las cosas del mundo están alejando a las personas del gran banquete, de la gran fiesta. Son muchas las disculpas La señal maravillosa de que existe en su vida evidencias para entrar en la cena es el hecho de usted querer traer a otros con usted para la misma cena. Pero si usted aun no está así, queriendo que las personas sientan lo que usted siente, es porque algo luego aparecerá para intentar quitar el valor de esa invitación. Mientras que aquellos que son salvos saben que nada sustituye esa invitación ni nadie puede ocupar el lugar del Señor de la cena en su vida. Yo me imagino que fiesta es esa, porque usted puede conquistar el mundo entero, todos los amigos, todas las riquezas, que ni se aproximan a todo lo que usted tendrá en esa cena. Jesús mismo es quien dijo que ÉL va a preparar el lugar.

La cena es calidad de vida, es salvación no apenas del alma, sino de todos los problemas. Pero el reino de Dios se gana con esfuerzo y, ¿ cuál ha sido el suyo para poder mantener su invitación? Porque que vaya a esa cena depende de usted.

Nadie en realidad consigue tener tantas evidencias de que la invitación es verdadera y ella será la mayor cena, como la obra de Dios. Aun así, muchos intentan inventar disculpas para no estar en la cena. Ya sea dinero, tiempo, entre otros. No son las mismas disculpas, algunos varían entre medias verdades a invenciones completas. Es bueno que andemos con la invitación en la bolsa. La parte perfecta de la iglesia es Dios y la defectuosa somos nosotros, los seres humanos. Cuanto más personas, más defectos tendrá. Pero Dios testifica dónde Él. Si dejamos que Él nos use , sentiremos que placentero es estar en la Casa de Dios. Ese banquete está siendo preparado y yo no sé lo que usted está haciendo para estar preparado, ni necesito saberlo, porque no soy el portero. Nadie “conseguirá” ayudarlo para que entre en la fiesta, ningún padrino ni amigo. EL dueño de la cena conoce a las personas y las identifica, conoce todos nuestros días y lo sabe todo. Incluso sabiéndolo todo, existe una promesa de olvidarse de nuestro pasado, si valorizamos nuestra invitación. No existe ningún ser que nos ofrezca tantas ventajas como el Dios todo poderoso. Igualmente, Dios no tiene expectativa, porque Él sabe lo que ocurrirá y Él hará renovar todas las cosas. Obra milagros hasta en el pasado. No dude de Dios, solamente crea. Guarde su invitación. Si usted lo pierde, pida que aun hay tiempo, Él le dará otra. Manténgase preparado, iglesia, creyendo, porque la cena dentro de poco comenzará.