PALABRAS

Haga que Dios vea su fe

Cuando Dios ve su fe, lo extraordinario llega a su vida

05/10/2017

Por: Apostle Valdemiro Santiago

En Marcos 2.1, Jesús hace una observación sobre Capernaúm porque era una ciudad pagana y era un centro conocido en su época. No es fácil para un predicador hablar del amor de Dios en un país idolatra e incrédulo, donde se burlan de la palabra. Jesús curó a un paralitico y, días después, volvió para Capernaúm. Es cierto que, hay lugares a los que nunca más queremos volver porque fuimos muy maltratados. Así eran los deseos en el corazón de aquellos que vivían para Dios sobre entrar en Cafarnaúm, para todos los que hablaban de Dios. Jesús entró allá de nuevo y era raro quien conseguía entrar en la ciudad, por eso el énfasis en el retorno de Él a la ciudad. La primera vez, Jesús curó a varios enfermos, expulsó demonios y realizó milagros y ,la segunda vez, las personas lo rodeaban y Él anunciaba la palabra a todos. En medio de esa multitud, un grupo de hombres bajaron una camilla, destapando el techo, para que un paralitico alcanzara a Jesús. Cuando las personas no dejan ningún obstáculo entre ellas y Jesús, Dios hace cualquier cosa que ellas deseen. Todo conspiraba contra aquellos hombres, no tenían acceso, pero tenían una absoluta seguridad que alcanzarían aquello que les había dado el entendimiento, el conocimiento que el esfuerzo, la busca, la entrega, valían el sacrificio. Aquellos cinco hombres tenían tanta certeza de que serían recompensados que asumieron los riesgos de destapar el techo de una casa, quebrar partes de ella, para bajar una camilla. Y Jesús vio la fe de ellos. Solamente Jesús y los espirituales pueden ver su fe y apenas Jesús puede recompensarlo. Lo que importa es que el Dios al que servimos vea nuestra fe para que las victorias, los beneficios extraordinarios fluyan sobre nosotros.

Cuando se dice que el justo vivirá por la fe, la palabra cita que Dios transformará el mundo, lo virará de cabeza para abajo, para favorecer a aquellos que Lo aman y Lo adoran, que creen en Él. Por causa de Daniel, por ejemplo, Dios cambió la situación del pueblo, cambió decretos y cerró la boca de las fieras, todo a favor de aquel que vive por la fe.

Sepa que, si Dios ve su fe , Él lo cambia todo. Igualmente, si Dios no ve su fe, todas sus acciones para que usted sea notado no servirán de nada y, en breve, usted estará derrotado, porque todo viene de las manos de Dios. Cuando Dios ve su fe, la paz viene completamente; el Espíritu Santo lo envuelve da tal forma que es inconfundible. Antes del Calvario, Jesús lloraba sangre y fue consolado porque Dios vio la fe de Él. En el desierto, los ángeles alimentaron a Jesús porque Dios vio la fe de Él. Abrahán recibió hijos y herencias porque Dios vio la fe de él. Dios vio la fe de muchos de los héroes de la fe. Las personas que más lo aman y conviven con usted no pueden ver su fe, pero Dios la ve. Lo que cambia su vida, su familia, le traerá calidad de vida, es sólo Dios ver su fe. Jesús puede ver los pensamientos, el corazón de las personas y cuando Él ve la fe de la persona el milagro sucede. De igual manera ocurre cuando Jesús ve lo contrario, Él contesta. Aquellos escribas criticaron en sus corazones y Jesús intervino para decir que , para Él era mucho más fácil perdonar los pecados de las personas que curarlas. El ser humano es tan complicado que quiere juzgar hasta a Dios. Aquellos hombres juzgaban a Jesús. Y tanto hicieron que realmente lo condenaron y lo mataron. Dios no deja a quien coloca su fe en Él salir frustrado. Aquellos hombres intentaron algo grandioso y Dios vio el esfuerzo de aquellos que intentaron para conseguir el milagro. Sepa que, Él también ve se esfuerzo y, en el momento cierto su victoria viene. Como fue con aquel paralitico, así también será en su vida. Muchos dirán que jamás vieron nada parecido como lo que Dios hará en su vida.