PALABRAS

Adore solamente a Dios con todo su corazón

Huya de la idolatría y no se siente a la mesa con los diablos

29/09/2017

Por: Bishop Roberto Santana

Solamente tenemos que adorar a Dios. 1 Corintios 10.14 nos instruye a huir de la idolatría. Algunos de nosotros poseen hábitos que no son buenos. Usted hasta le pueden gustar los hábitos, pude admirar a artistas, deportistas, pero no puede adorarlos. Somos un solo cuerpo y Cristo es la cabeza. En el pasado, Dios recibía sacrificios de animales como ovejas y ganado. Hoy, después de Jesucristo, Dios quiere que el sacrificio citado en Romanos 12.1, que es nuestra vida, nuestro cuerpo por sacrificio vivo, santo y agradable. Dios tiene que sentir agrado de nuestra conducta, de nuestra vida. La vida en sacrificio santo es la vida separada del mal que el mundo ofrece, junto a un culto racional, verdadero, de discernimiento, de pensamiento. Nosotros precisamos tener el corazón en dirección a Dios, nuestro pensamiento en el Señor.

Dios no quiere que nos asociemos al diablo. O servimos a Dios o al diablo, por eso Él nos dice en Romanos que tenemos que presentarnos en sacrificio vivo, santo y agradable, que es el culto verdadero. Tenemos que ser verdaderos con Dios, ser la misma persona dentro y fuera de la iglesia. Usted no puede sentarse en la mesa del Señor y en la mesa del diablo, necesita escoger.

No podemos servirnos en dos mesas, o servimos a Dios o al diablo, no podemos beber del cáliz del Señor o del cáliz de los diablos. Participar de las cosas del diablo entristece a Dios, que siente celos de nosotros. No es un celo enfermizo, es un interés extremo y activo porque nos ama y quiere cuidar de nosotros. Todos podemos equivocarnos, pero si lo hacemos, seremos castigados. Todo el mundo yerra, pero cuando alguien que sirve a Dios falla, todos lo miran y lo critican. Todos nos miran, incluso Dios, que tiene la mirada más importante de todos. Dios lo está mirando y todos los que son nacidos de Dios tienen la característica de un cristiano en su ADN. No sirve de nada culpar a los otros o incluso a Dios por sus errores o porque usted aun no recibió su bendición. Ni intente huir o negar al Señor o volver a la idolatría. Tenemos que tener un compromiso sincero con Dios. Con nuestra situación yendo bien o mal, tenemos que permanecer en Dios. Necesitamos seguir el ejemplo de Job , capitulo 13.15, él afirma que perdió la esperanza, pero que defenderá ante su presencia sus caminos y que no abandonaría al Señor. Nuestro compromiso mayor es con el Señor y suceda lo que suceda, tenemos que continuar firmes con Él. Cuide de su alma, porque no podemos jugar con Dios o de estar con Dios. Entregue a Él su cuerpo como sacrificio vivo, verdadero y de corazón, solamente a Dios y cuídese de mantener su compromiso con Él.