PALABRAS

Escuche las instrucciones de Dios

La biblia nos enseña la sabiduría que debemos seguir

20/09/2017

Por: Bishop Jorge Pinheiro

Setenta por ciento de los problemas que las personas pasan son provocados por ellas mismas. El hombre recoge lo que siembra. Si usted cuida lo que habla y cómo actúa, evitará mucho para si mismo, pero treinta por ciento no se puede evitar y sucede sobre todo el mundo, como la lluvia, la crisis, la abundancia. Sea el diablo, suerte o azar o el acaso. En Proverbios 22. 17, hay preceptos e instrucciones de los sabios. Precisamos ser humildes para oír. Es mejor oír que hablar. A muchos les gusta hablar y no les gusta oír. Tenemos dos oídos y una sola boca. Las personas quieren dar ordenes, determinar, hacer , pero la biblia nos enseña a oír y aplicar el corazón en el conocimiento de Dios. Es imposible adquirir conocimiento sin oír. En la sala de clases, los alumnos necesitan prestar atención y escuchar. Con respecto a la palabra de Dios no es diferente. Tenemos que guardar y aplicar y después hablar. Es un proceso. El niño no nace hablando, aprende a hablar escuchado. Somos producto de aquello que escuchamos. La boca habla de lo que está lleno el corazón. Las palabras que se dicen sin querer son palabras imprudentes, sin sabiduría. Piense antes de hablar , porque intentar arreglarlo después es complicado. Las palabras son como flechas que se tiran, ellas no vuelven. Lo dicho, dicho está. La biblia enseña y orienta a prestar atención a lo que oímos, nos orienta aplicar el corazón y después hablar. El diablo intenta hacer, como a los peces, morir por la boca. Porque por nuestras palabras somos justificados y condenados. Tenemos que tener cuidado con lo que hablamos. Para confiar, es necesario convivir y para confiar en Dios es preciso oír lo que Dios te dice. Para convivir con Dios, es preciso que venga a la iglesia, vea el programa de la iglesia, ore , medite en el mensaje del evangelio. Esas acciones crean una convivencia con Dios y generan confianza. Las cosas de Dios son excelentes y los consejos de Dios, maravillosos, que nos llevan a tener una vida prospera y una familia bendecida. Los consejos de Dios hacen bien al alma y al corazón. La palabra de Dios existe para dar certeza. El casamiento es un ejemplo. Usted tiene que estar seguro que es eso lo que usted quiere, porque si usted se casa y no está seguro, tendrá una enorme sorpresa.

Las personas pueden fingir, pero no engañan a Dios. Aquellos que confían en Dios no son engañados, no hay ese riesgo. Busque en Dios sus respuestas. Dios orienta el camino que debe escoger y no deja que aquel que sea de Él sea engañado. No quiera dársela de listo, sea fiel a Dios que es eso lo que hace la diferencia. La persona sabia, cuidadosa, se preocupa para saber exactamente que es lo que precisa hablar.

La biblia también nos enseña a no robar al pobre. Usted no debe ser cobarde contra quien no puede defenderse. El pobre no tiene como defenderse, él es una presa fácil. Nosotros no debemos abusar de alguien porque ésta no pueda defenderse. No se aproveche de las dificultades de las otras personas para sacar ventaja sobre nadie, que eso es acción del diablo. Quien siembra el mal recoge el mal. Dios es el dueño del oro y de la plata. Usted no necesita quitarle injustamente nada a nadie y, si lo hace, usted será reo delante de Dios. Muchos cometen esos errores sin percibir y acaban teniendo sus vidas maldecidas. Escuche las enseñanzas de la palabra de Dios, que ella le enseñará todos los días el camino que usted debe seguir y así usted será prospero. Usted tendrá luchas, pero también tendrá victorias y paz. Los mansos heredarán la tierra, por eso tenemos que ser mansos, no incitar el odio, sino la paz.