PALABRAS

Su corazón necesita estar en Dios

Jesús no condenó la riqueza, condenó el corazón preso a ella

26/07/2017

Por: Apóstol Valdemiro Santiago

Jesús dijo que es más fácil pasar un camello por una aguja que un rico entrar en el Reino de Dios y dijo que lo que es imposible al hombre, es posible para Dios. La Biblia cuenta de varios hombres millonarios que se acercaron a Dios y fueron salvos. Jesús no condena a los ricos, porque el más rico de todos, el único rico, es Él, dueño del oro y de la plata. La aguja que Jesús hablaba era aguja de costura, indiferente de lo que tratan de decir ser puerta, puerta o alguna aguja específica. Jesús dijo que Él es el camino, Él es la puerta. Y para Jesús, es posible salvar a todos cuanto creen en Él y Él así lo desea. Proverbios 4: 19 está escrito sobre el camino de los perversos y entre nosotros, lamentablemente, tenemos. En medio de los discípulos había Judas. Pero no nos corresponde juzgar, pues juzgar ya es cometer perversidad. Algunas perversidades, cometemos inconscientes, sin darse cuenta.

Es muy difícil caminar en la oscuridad. Aunque sean cristianos, si concebimos, deseamos o planeamos el mal de alguien, ciertamente nuestro camino será de oscuridad. Los tropiezos existen en los caminos de todos, de los buenos y los malos. Sólo que haciendo el bien, nuestro camino será iluminado, será lo contrario del camino del perverso, tendrá luz propia dada por Dios.

Si sus ojos son buenos, su cuerpo será luminoso, una agrupación de luces, usted se destacar en todo. Pero si eres perverso y sabes lo que es perversidad, tu camino será de oscuridad y no sabrás lo que va a tropezar. A pesar de ser cristianos, en momentos de ira y debilidad, ya deseamos el mal a alguien y eso es perversidad. Por eso la recomendación de actuar de forma contraria a los perversos. Al caminar en la luz, veremos los obstáculos, podremos desviar o quitar de nuestros caminos. Pero en la oscuridad, su caída será cierta. No se venga contra la perversidad de los demás, sólo recuerde que él apagó su propia luz en su camino y fatalmente tropezar. Por nuestra causa, Dios se inclina, se baja para oír y prestar atención en nosotros, ¿cómo no vamos a inclinarnos hacia Él también? No hay salud mejor para el cuerpo que inclinarnos hacia la palabra de Dios, porque son vida a quienes creen y salud para el cuerpo. Es obvio que si usted oye la palabra de Dios usted será salvo y si hace de ella su alimento usted irá muy rápido para el cielo, pero si usted no guarda su corazón, perderá las fuentes de la vida. Hasta quien no frecuenta la iglesia habla de Dios y dice que lo importante es la vida y las fuentes de la vida proceden de Dios. Paradójicamente, el corazón del cristiano no está en el pecho, sino en la mente. Lo que mantiene nuestra salvación y nuestro corazón junto a esas fuentes de vida es mantener nuestro pensamiento agradable a Dios. Básicamente, nuestra vida será de acuerdo con nuestros pensamientos. Dios nos dio las condiciones para definir nuestra calidad de vida. Si sus ojos son buenos, todo su cuerpo será bueno. Caleb supo el secreto: si Dios se complació de nosotros, nos dejará entrar en la tierra que mana leche y miel. No culpe a nadie más allá de sí mismo.