PALABRAS

Confíe, Dios es contigo.

Haga como Moisés y continúe, escuche el llamado de Dios y atiéndaLo.

17/07/2017

Por: Obispo Jorge Pinheiro

El pueblo de Israel vivía como esclavos en Egipto y Dios llamó a Moisés para liberarlos. En Éxodo 3.7, Dios dice que ciertamente vio la lucha del pueblo y escuchó su clamor. Usted puede pensar en momentos de gran aflicción que Dios no te ve o que usted está solo, pero Dios dejó claro para Moisés que él ciertamente vio la aflicción del pueblo en Egipto y escuchó su clamor.

Tenemos que clamar a Dios, pues es por causa del clamor que Dios nos ayuda, es muy importante. Fue por el clamor del pueblo de Israel que Dios los libró. El diablo quiere que nos callemos, porque sabe sobre eso y Jesús dice que , si no clamamos, las piedras clamaran. Clamar a Dios es fundamental.

Si usted me cuenta lo que usted siente, yo tendré una idea pero no sabré exactamente cómo es, ya sea una enfermedad, dolor de la traición, una humillación, entre tantos males y situaciones. Pero Dios conoce nuestro sufrimiento, lo que sentimos y pasamos. En aquella época, las personas iban a Egipto que era el centro del mundo, pero Dios prometía una tierra mejor. Todo lo que usted tiene, ve y pide es inferior a lo que el mundo ofrece, es mucho menor de todo lo que viene de Dios, que dura para siempre, es eterno. Dios separa a los hijos de Israel. Todos quieren ser bendecidos, de todas las religiones ; pero quienes conquistan son aquellos que tienen fe en Dios, por eso no predicamos religión, hablamos de la fe en Dios. El clamor de esos hijos llega al Señor. Sólo Dios libraría aquel pueblo. Moisés se casó con Zipora, había huido de Egipto y tenía una vida tranquila, simples, junto de Sinaí, entonces se cuestionó como él, una persona simple, podía hablarle al faraón de Egipto de qué manera libertaría al pueblo de Israel. Cuántos, muchas veces, se preguntan como faraón también, pues existen sueños que parecen muy distantes y las dificultades, los problemas , son muchos e imposibles de ser vencidos. Existen muchos sueños y no todos nacieron para recibir el mismo futuro .Pero usted sabe que no está capacitado para su sueño, que hay un problema y su sueño no puede cumplirse por ser enorme .Así fue con Moisés, él se veía muy distante de aquello que precisaba y la respuesta de Dios fue: “Yo seré contigo”. ¡Esa es la respuesta que hace toda la diferencia! No importa quién es usted y cuáles son sus condiciones, porque si Dios es con usted, está hecho .Nadie puede resistir estando contra Dios, Él tiene el dominio de todo, del oro y la plata, Él eleva y rebaja, si Él quiere, morimos o vivimos por un soplo. Si Dios está con usted, Él lo protegerá de cualquiera que se interponga en su camino. No interesa lo que usted tiene sino lo que usted representa para Dios. Incluso sin recursos o condiciones, sepa que, mientras el mundo juzga por las apariencias y por la capacidad, Jesús nació en un pesebre, de una familia pobre, no habitó en palacios, era apenas un carpintero, andaba a pie y montó solamente un asno prestado .Sin embargo, Él es el Salvador del mundo y dividió la historia en antes y después de Cristo y no hay nadie como Él. Jesús hizo cosas que ninguna autoridad poderosa hizo y jamás hará. Cuando usted observa para sus condiciones, no son ellas las que determinan su victoria, es lo que usted es para Dios, Dios estar con usted es lo que hace la diferencia. Así como la parábola del hombre rico que , en ves de pedir a sus siervos que llamaran a los invitados, él fue ,así es Dios. Su conquista ya está preparada. En esa parábola, muchos no fueron porque no tenían tiempo. El mundo es así, la palabra es predicada, la invitación para escoger es distribuida, muchos son llamados; pero pocos son los escogidos, porque las personas dan más valor a las otras cosas que a aquella invitación de Dios. Quién se hace escoger somos nosotros. Sepa también que con Dios las cosas son rápidas, ÉL no se tarda, no pierde tiempo. Como el hombre rico, la orden a su siervo fue: rápido .El reino de los cielos llega a los necesitados porque los otros se consideran muy importantes , menos los pobres, los lisiados, los ciegos, los cojos, aquellos que están al borde del abismo o en el fondo del pozo. Y son tantas las bendiciones sobrando en el Reino de Dios. Los “ obligados” a rendirse a Dios son aquellos que se encuentran sin salida y la única salida es someterse a Dios, aproximarse y tener fe. La gran mayoría de vinimos por el dolor .Dios quiere que usted esté aquí porque esa fiesta es maravillosa y aquellos que hacen parte de esa fiesta saben que la cena es maravillosa. Moisés fue y Dios fue con él. A través del Poder de Dios, Moisés libró al pueblo de la esclavitud y ellos fueran para la tierra que brota leche y miel .Así como Moisés, usted y yo precisamos de esfuerzo. Fueron preciso diez plagas para que el pueblo fuera libre, sin esfuerzo, pero fueron libres. No importa si el faraón es grande o imposible, lo que importa es lo que Dios dice y acabó.