PALABRAS

No se aparte de Dios

Nosotros heredamos una buena parte de Dios; pero, también esa parte necesita ser completada con más de Dios.

07/07/2017

Por: Obispo Jorge Pinheiro

En el mundo en que vivimos ocurren injusticias constantemente. En este momento, algunos están siendo humillados, masacrados y están muriendo. ¿Y cuántas de esa personas que están así son salvas? ¿Cuántas son condenadas? Tenemos que aprovechar la oportunidad mientras estemos vivos, porque mientras estemos vivos, todo puede ocurrir.

Isaías 51.1 nos pide que sigamos la justicia y que busquemos al Señor. Que nos recordemos que el pueblo de Israel procede de una pareja estéril y anciana; de donde no se esperaba que algo pudiera ocurrir. Dios hizo que naciera de esa pareja una gran nación y nos muestra que donde parece que nada va a salir , es donde Dios quiere obrar. Donde, humanamente hablando, la esperanza no existe más ,es donde Él realiza el milagro.

Abrahán tuvo fe en Dios y nosotros tenemos que hacer lo mismo, no podemos perder la fe, no podemos dejar de andar con Dios. Nosotros somos el Abrahán de hoy; Dios nos llamó para bendecir y multiplicar, somos la Sara de hoy, que precisa tener esperanza. Dios nos trata como personas únicas, nos conoce, conoce nuestros sueños, deseos, frustraciones y sabe todo sobre nuestra vida. Nosotros fuimos llamados. La Biblia dice que, muchos son llamados; pero pocos son los escogidos. En Brasil y en el exterior, millones son llamados; pero no son todos los que oyen, pocos viven el llamado. EL desierto tiene diferentes climas: caliente durante el día y helado durante la noche, este clima es capaz de dañar el organismo humano. Dios transforma el desierto insoportable en un lugar maravilloso, de temperaturas agradables, como es el jardín del Edén. Él también promete que la soledad será como el jardín de Dios. ¿Cuántos de nosotros están solos? ¿Cuántos viven en completa soledad?, incluso estando entre multitudes, se sienten aislados del mundo, algunos por causa de alguna depresión. Dios dice que su soledad tendrá regocijo y alegrías. Dios quiere que seamos felices. La verdadera felicidad sólo la presencia de Dios la proporciona. Cuando Dios creó el primer hombre, lo formó del polvo de la tierra y cuando estaba listo, sopló en la nariz de aquel hombre y le dio aliento de vida y sólo después de ese soplo es que el hombre se tornó un alma viviente. Dios sopló Su espíritu dentro del hombre, por lo tanto, todos nosotros tenemos una parte de Dios dentro de nosotros. Todos los seres humanos, ya sean buenos o malos. Cuando buscamos a Dios, esa parte de Dios que está dentro de nosotros se alegra y se completa. Cuando nos alejamos, sentimos un vacío dentro de nosotros, que no es más que la parte de Dios que llama por el propio Dios y que no existe nada que pueda llenarlo sino es el Dios mismo. Dios nos pide que lo atendamos. La ley es la voluntad de Dios y, cuando usted obedece la voluntad de Dios, usted anda en la luz, ella ilumina nuestro caminar, nuestras acciones .La gran mayoría de las personas viven en la oscuridad, intentando acertar y se equivocan. La persona que está en la luz acierta porque consigue ver. Esa es la palabra de Dios, la biblia sagrada. Nosotros obedecemos muchas leyes injustas impuestas por los hombres y no siempre traen resultados, por eso, nuestra esperanza está en el brazo de Dios. La justicia del hombre falla, se tarda .No espere nada de los hombres, nuestra esperanza debe estar en Dios .Suceda lo que suceda, si usted busca a Dios, su vida será bendecida, independiente de todo lo demás. La promesa de Dios es que los cielos desaparecerán como humo, la tierra envejecerá como vestidura, y sus habitantes morirán como moscas. Pero la palabra de Dios permanecerá para siempre y su justicia no perecerá. La salvación de Dios durará para siempre. Hay hombres que intentan anular la justicia de Dios. Pobres, pues la justicia de Dios no puede ser anulada y no existe poder ni nada que pueda anularla. Por eso, Jesús dice que debemos buscar primero el Reino de Dios y la justica de Dios. Si usted está con Dios, no existe pleito judicial que pierda. No pierda las esperanzas. Pero, para eso, usted necesita estar con Él. En Dios está nuestra esperanza.