PALABRAS

El camino de la victoria

Venga a contemplar la belleza de Cristo

03/07/2017

Por: Obispo Adelson Silva

¿Cuántas cosas usted ya le ha pedido al Señor? Una cura, un liberación, una restauración familiar, una puerta de empleo, un carro nuevo, un casa propia, entre otras cosas; pero, infelizmente dejamos de pedir una vida espiritual renovada día a día; dejamos de pedir que el primer amor nunca se enfríe.

David, un hombre conforme el corazón de Dios nos enseña el camino para vencer y qué es lo que debemos pedir al Señor,” Una cosa he pedido al SEÑOR; esta buscaré: que more yo en la casa del SEÑOR todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura del SEÑOR y para inquirir en su templo”. Salmos 27.4.

David entendió que Dios era todo en su vida y, eso es todo lo que nosotros necesitamos entender, mi hermano y mi hermana. Nosotros necesitamos comprender que el Señor es nuestra vida; que andando con Él tendremos todo lo que necesitamos para vivir, pues tenemos el amor incondicional que solamente Él puede darnos. Precisamos estar y vivir en la casa del Padre, porque en la puerta del cielo tenemos intimidad con Él. David pidió vivir todos los días en la casa del Señor; porque sabía que si vivía realmente en la casa del Padre, tendría éxito en todo, porque el Señor lo bendeciría en todas las áreas. De la misma manera que nosotros erramos y pecamos, David cometió varias fallas también; mas, podemos ver que en el mismo instante él se arrepentía y le pedía perdón al Señor, porque él sabía quién era Dios en su vida y nunca dejó de creer y confiar en el Padre. Mi hermanos, aunque usted haya pecado, se haya equivocado y haya entristecido a Dios, arrepiéntase de todo corazón y pida la misericordia del Padre, pues sin Él no podemos vivir. No importa el problema que usted esté pasando, enfrentando, no se aparte de la presencia de Dios mi querido; manténgase firme en la casa del Padre, porque Él es contigo y aunque usted entre triste, desanimado en la iglesia, usted va a salir con la certeza de que todo saldrá bien, todos van a ver la belleza de Cristo en su vida; porque habrá muchos cambios, aquello que era triste, que era feo, que era doloroso, se transformará en alegría y en paz. Aproxímese al amor de Cristo mi hermano, porque Él es el único que da la paz verdadera. Venga a contemplar la belleza de Cristo todos los días en la casa de Él.