PALABRAS

La oración es un deber, una necesidad.

Usted necesita orar constantemente, sin desistir, para estar conectados con Dios.

08/02/2017

Por: Obispo Luiz Casalechi

La materia de: Victor Correa

En Lucas 18.1 encontramos la necesidad de orar siempre y nunca desanimarnos .Deber es una obligación. Dios no nos obliga a nada en esta vida. Él nos coloca el deber de orar, una obligación de hablar con Él. No solamente en las horas difíciles, ese es un gran error de las personas, pensar que la oración solamente se hace en los momentos difíciles. La Biblia dice que la oración no tiene momentos en nuestra vida, no tiene días en nuestra vida, es algo que debe ser constante. En todas y cualquier situación.

En la alegría o en la tristeza ,en las realizaciones y en las lágrimas, tenemos que orar. La oración es el hilo que nos conecta a Dios. Cuando usted está del lado de la orilla del rio y quiere atravesarla, es necesario pasar por un puente ,que conecte los dos lados .La oración es ese puente, que conecta al ser humano, la creación, al Creador que es Dios.

Cuando una persona ora, ésta establece esa conexión con Dios. La oración debe formar parte de la vida del cristiano. Todos los días, debemos tener momentos de oración ,cuando nos levantamos, cuando vamos a dormir, delante de una comida, entre muchos otros ejemplos. La oración no puede dejar de existir, porque el día que eso ocurra, las respuestas en nuestra vida dejarán de existir. Todas las veces que usted ore, Dios le responderá. La respuesta puede que no venga en el momento que nosotros deseamos, porque no tenemos condiciones de dirigir el tiempo, que pertenece a Dios, pero aquella oración que usted hizo fue oída y si ésta no llega en ese momento, usted puede estar seguro que, en el tiempo de Dios, la respuesta llegará. Nada de lo que se hace en nombre de Dios es en vano. La oración no es una opción. Había un juez que, durante un tiempo, no quiso atender a una viuda. Hay muchas cosas en nuestras vidas que también no serán atendidas inmediatamente, aunque lo necesitemos realmente. Dios permite que las cosas ocurran así. Desde la primera vez que esa viuda llegó ante el juez, Dios podía haber quebrado el corazón de aquel hombre para atenderla, pero no Lo hizo, porque hay momentos en nuestra vida que Dios quiere ver hasta donde nuestra confianza y nuestra oración van, hasta donde perseveramos. Dios no le entregó inmediatamente lo que ella deseaba ,dio un tempo para ver si ella desistía, se quejaba, murmuraba, oraba, ayunaba, confiaba ,continuaba a los pies de Él. Muchos dicen que lo hacen, pero ante los problemas, acaban desistiendo, paran de orar, ayunar ,confiar y comienzan a mirar hacia donde no deberían, y dan lugar a malos pensamientos. Aquella mujer, por un tiempo, llamó a la puerta del juez. Hay momentos en nuestra vida que desistimos y, más adelante, Dios nos muestra que no deberíamos haber desistido. Dios nos da un tiempo, porque sería más fácil si todo lo que deseásemos viniese tan solo en un pestañear de ojos, como un paso de mágica. Llegaría el momento en que el hombre no miraría más a Dios con amor, sino como necesidad. Independiente de todo lo que yo necesite y desee en mi vida ,mi amor a Dios necesita estar arriba de todo eso. Sólo por el simple hecho de Dios estar mirándonos ,todo cambia. Aún así ,muchos se entristecen, se desaniman. Muchos creen que perdemos el tiempo yendo a la iglesia y con Dios, que deberíamos disfrutar la vida. Pero hay lágrimas que solamente Dios consigue ver. Considere lo que se dice, a pesar de que usted piense que se está demorando, pero Dios es quien le dice que, rápido, le hará justicia .Lo que nosotros necesitamos hacer es seguir las instrucciones de Dios, orar siempre ,sin desanimarnos, sin cesar. Y, si yo no me desanimo ,superar lo que me resiste, sea el vicio, enfermedades, problemas, rápido Él hará justicia en mi vida y, en breve, quien mire para su vida verá las bendiciones de Dios. Esas personas que lo observan, que están viendo su vida apenas sabrán cuantas veces usted dobló sus rodillas, cuantas lágrimas derramó y cuanto sufrió. Como en un nacimiento, que viene después del embarazo, que nadie toma en cuenta, apenas el niño que nació. Pocos hablan de los nueve meses. Para llegar a lo que deseamos, anhelamos, necesitamos pasar por lo mismo que aquella viuda, como Jesús dijo, que era esperar a que el juez nos atendiera. Muchos se desaniman, desisten, dejan de perseverar. Jesús dice que, cuando vuelva, ¿encontrará fe en la tierra? Porque en aquellos tiempos ya , muchos de los que oraban ,desistieron. Naufragaron en la fe para ser sometido a los hombres, pues en el momento que más deberían estar cerca de Dios, se distanciaron. No deje que eso ocurra con usted. No se distancie de Dios. La resistencia, ni el tiempo, son cosas para que perdamos la fe, sino para que nos capacitemos para todas las cosas grandiosas que vendrán. Esto no existe para que perdamos, sino para que consigamos vencer. Mantenga en su vida la oración y la perseverancia, para caminar con Jesús hasta que Él vuelva o su ida. Si Él vuelve antes y usted vive eso, Él encontrará en usted una iglesia de fe. Actúe como enseña la palabra ,con oración y perseverancia, que ese es el camino para vencer.