PALABRAS

La parábola del Sembrador.

Cuide de su corazón ,para que éste sea buena tierra.

09/02/2017

Por: Obispo Luiz Casalechi

La materia de: Victor Correa

En Mateo 13.1 podemos leer sobre el Señor Jesús como el Sembrador. La Biblia nos enseña en ese pasaje los cuatro tipos de corazón. Cuando el Señor Jesús habló por parábolas, nos mostró que existen cuatro tipos de personas que reciben el mensaje del Evangelio.

El primer corazón es aquel que recibe la palabra de Dios y, por no guardar la palabra en su corazón, ésta se va quedando en el medio del camino y vienen las aves de rapiña y acaban comiéndose aquella semilla. Aquella persona que oye la palabra de Dios, pero que ,por el andar de su vida, pierde la palabra por no haberla guardado.

El segundo corazón es duro, difícil, aquél donde no existe espacio para Dios, lleno de preocupaciones, que no permite que la palabra entre y, si por casualidad, encuentra una brecha, el mensaje entra, el mensaje penetra ,comienza a dar frutos, la persona ve los resultados en su vida, pero cuando el sol llega ,por no tener raíces, por tener poca tierra ,los frutos que comenzaron a nacer se secan y se mueren. Aquellas personas que dejan la palabra morir, no viven la palabra de Dios, por lo tanto Ésta no da frutos, porque no encuentra profundidad ,no se afirma ni se consolida .El Sol son las luchas, las dificultades que pasamos .En los momentos difíciles de aflicción, donde la palabra produciría frutos para librar a esa persona, ella no encuentra una base, un apoyo, por eso se seca y muere. Incluso conociendo la palabra, esa persona desiste ,se enfría ,se aparta. El tercer corazón es aquel donde la semilla cayó entre los espinos, que crecieron y ahogaron la palabra. Los espinos representan a la persona que vive ahogada en sí misma. Ésta hasta recibe el mensaje, el evangelio entra en su corazón, tiene la esperanza de que ahora estará todo bien con ella, pero sus proyectos personales, sus deseos, son mayores que la voluntad de Dios en su vida y esos deseos acaban ahogando el mensaje espiritual del Señor en su vida. Ella comienza a prestar más interés a aquello que los ojos muestran, a lo que el mundo le presenta, que a Dios. Aquella palabra entra en el corazón, sólo que infelizmente ,la persona permite que Ésta sea ahogada. La persona sin tiempo para adorar y alabar a Dios, no lee más la Biblia, no ayuna, no ora .El mundo la ahoga, internamente. el “yo” vence a la palabra, la ahoga y no produce frutos, no presenta resultados. El cuarto corazón del que Jesús hace referencia es aquel que recibe el mensaje y lo fructifica, en acciones de fe. Los valores de los frutos son de acuerdo con la fe. La biblia dice que, si hay algo que debemos proteger muy bien es nuestro corazón, sobre todas las cosas, porque de él proceden las fuentes de la vida. Si no cuidamos nuestro corazón, cuando la semilla llegue—y ella va a llegar ,ella será lanzada—si mi corazón no fuera tierra buena, la semilla no producirá frutos. Por eso el diablo trabaja incansablemente, no para destruir a su familia, su casa, su empresa, sino para que no permitamos que el corazón sea tierra buena, porque él, conocedor de la palabra, sabe que cuando esa semilla cae en tierra buena, por más que él no quiera, no consigue impedir que la vida de aquella persona cambie y dé los frutos que ella precisa dar. Actuando Dios, ¿quién puede impedir? Si su corazón es tierra buena, usted tendrá todo lo que desea, su familia y su vida transformada, prosperando, con salud, unida. Nada ni nadie lo impedirá, porque la palabra de Dios dará frutos. El diablo trabaja para llenar los corazones de rabia ,angustias, rencores, hace que los corazones de las personas sean como laberintos, para que nos perdamos dentro de ellos, sin encontrar la salida, para que no consigamos nunca perdonar, ni olvidar. Todo con el objetivo de impedir que la semilla del Sembrador florezca y se fructifique. Sean muchos o pocos, todos darán sus frutos. A veces las personas no protegen su corazón y esto ocurre infelizmente en muchas ocasiones , porque ellas no tienen conocimiento, ciencia de lo que su corazón representa. Precisamos entender que nuestro corazón, el cual la Biblia hace referencia, es el centro de nuestra vida, de nuestros deseos. Es nuestra mente. Éste es espiritual, no el órgano que forma parte del cuerpo, sino el corazón emocional, de donde nace toda nuestra vida. Todo lo que pensamos, deseamos, pasa por el corazón. Ese corazón necesita estar como una tierra buena. La tierra buena es preparada, sin troncos, sin hierbas, para que no impedida la cosecha. La tierra buena es un corazón puro, por eso el hombre necesita arar esa tierra, que es examinarse a sí mismo. Nadie entra en el reino de Dios de manos dadas, la salvación no es familiar, la salvación es individual. Usted puede luchar para que su familia conozca el camino correcto, pero no puede salvar otra persona y, cuando nos preocupamos con los otros, nos olvidamos de nosotros mismos y corremos el riesgo de que Jesús vuelva y quedarnos. La fuente de nuestras vidas está en nuestro corazón. Si su corazón es bueno, tierra buena, todo lo que usted desee, Dios le dará y todo lo que usted haga, Dios lo bendecirá. Usted puede hasta pasar por luchas , dificultades, pero su corazón es tierra buena, usted vencerá todo en su vida. No basta ver, es preciso practicar la palabra, para beneficiarse de los frutos que de ella vienen. Aunque usted no pueda ser salvo o salvarse por los otros, todos a su alrededor se beneficiarán por sus frutos. Yo no lo conozco, pero sé que usted puede, después de leer este mensaje, preocuparse con lo que Dios le enseña y recibir una tierra nueva, una buena tierra. Sólo es necesario que usted así lo quiera.