PALABRAS

Confíe en Dios y dé importancia a lo invisible.

No se distraiga con lo que usted ve y escucha, confíe en el Señor.

02/04/2017

Por: Obispo Roberto Santana

La materia de: Victor Correa

El apóstol Paulo dijo en 2 Corintios 4.16 aunque se va desgastando nuestro hombre exterior, el interior, sin embargo, se va renovando de día en día. Una renovación que tenemos que buscar siempre. La corrupción no viene apenas con el dinero, sino también de las palabras de desanimo, que intentan decir que no hay solución. En esos momentos, nuestro hombre interior necesita manifestarse, reaccionar y , para eso, es necesario que estemos firmes con Dios.

Necesitamos tener una alianza con Dios para que tengamos fuerzas y, si somos fieles, Dios nos permitirá vencer. Nuestra leve y pasajera tribulación, esa lucha que vivimos, va a pasar, aunque la sensación en este momento no sea esa, de no terminar, pero sepa que, si usted permanece fiel a Dios, esa tribulación pasajera, cuando usted menos lo espere, acabará y todo saldrá bien, después vendrá el peso de la gloria, el calor de la victoria.

Sepa que, como una nube negra que pasa, ese problema acabará en su vida y el cielo se abrirá, para que el sol brille y usted pueda conmemorar. Un gran problema del ser humano es colocar mucha importancia para aquello que ve. Como dice el refrán que ojos que no ven , corazón que no siente. Tenemos que darle importancia a las cosas que no vemos, porque todo lo que podemos ver es pasajero, mientras que lo invisible es eterno. Si damos importancia a lo que vemos , desistimos, paramos, dejamos que la situación difícil nos venza cuando pasamos por ellas. Cuando las buenas ideas aparecen, siempre las barreras acompañan, entonces, continúe confiando en Dios, que te dice que todo saldrá bien. No escuche al diablo, escuche a Dios cuando dice que usted va a vencer y salir de esa situación . Si el propio Señor Jesús venció, usted también vencerá. Ahora, es necesario que confíe en el Señor y preste atención para aquello que sus ojos no pueden ver. Cuando confiamos en Dios, Lo obedecemos, como nos dice en 1 Juan 2.17, el mundo está pasando y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. Y , en breve, usted irá a contar su testimonio, como ocurrió su ,milagro, su victoria.