PALABRAS

Anhele y espere en el Señor.

Donde éste, en cualquier situación, Dios está con usted.

02/04/2017

Por: Apóstol Valdemiro Santiago

La materia de: Victor Correa

Muchas son las almas que ansían por tantas cosas inmundas, pero David, en el Salmo 42.1, deja claro que el alma de él ansiaba la presencia de Dios. Si usted siente ansías por otras cosas, aun da tiempo para correr y ansiar por la presencia de Dios. El corzo, una especie de ciervo, algo mayor que la cabra, vive en las montañas, donde muy raramente se encuentra agua, un ambiente en el cual un ciervo común moriría . Él resiste varios días sin beber.

Incluso , nosotros no tenemos la conciencia del corzo de ahorrar las energías y controlar su respiración y su resistencia como muchos animales. El corzo resiste durante semanas sin agua hasta sentir sed, para luego bajar y lanzarse en el agua, que es todo lo que éste pasa a querer y a necesitar. Él tiene la comida, sólo desea agua. Un animal arisco que, por agua, llega aproximarse a usted.

Normalmente, usted y yo deseamos demasiado aquello que falta en nuestra vida y ese hombre estaba sintiendo mucho la falta de Dios. La gran mayoría de las personas ignoran y no saben que la búsqueda incesante por tener calidad de vida, placer y victorias no se resume a otra cosa que la ausencia de Dios en sus vidas , una alianza, ,una dependencia en la vida de ellas. No importa lo que juzguemos o creamos que puede ser un motivo para los deseos aparentes del alma, nada es capaz de satisfacernos, porque la satisfacción plena, completa está en Jesucristo, ésta viene cuando somos capaces de percibir que estamos completamente en la dependencia de Dios. Sin Dios, ninguna iglesia es capaz de crecer, ninguna persona crece, nadie prospera. En Laodicéia, Jesús golpeaba en la puerta porque Él fue expulsado de la iglesia por aquel pueblo. Lo que nosotros necesitamos, solamente Dios puede dárnoslo , todo es más paliativo y pasajero. El salmista estaba muy angustiado, situación muy común para todos nosotros, hombres y mujeres. El salmista era mayor espiritualmente que nosotros, pero vea en a situación que quedó, la necesidad y la falta de Dios que él sentía. Antes, él sentía el rostro de Dios delante de Él. Él entró en depresión, no comía más. La depresión comienza con una ansiedad y se va intensificando, no da placer. Día y noche, aquel hombre lloraba. Él llevaba la marca de Dios con él, a la primera señal de derrota en su vida, te preguntarán donde está su Dios. Familiares, personas intimas, te interrogarán y , ¿qué es lo que usted les dirá a ellos?¿ Qué Dios es culpable,¿ que Él se cansó de usted?¿ Qué algo o alguien te aparto de ÉL? Nada de eso sería verdad. Por eso, necesitamos tener una alianza, un compromiso incondicional con Dios. Y no hay un lugar determinado para que usted encuentre a Dios. Jacob estaba en el desierto, sin comida ni agua y encontró a Dios, quien lee este mensaje y está en el desierto, sepa reconocer que Dios está con usted. Si algún día la angustia llega, diga que usted es la casa de Dios, donde quiera que esté, ÉL estará. Cuando aquellos que sufren y lloran se coloquen ante Dios, verán los cambios. Su ayuda no vendrá de un padrino fuerte, de un amigo que lo ayude. Padrino es aquél que te bautiza, entonces, pide para que el Señor sea tu padrino y te bautice. El salmista parece desviado. Él se acuerda de cuando era un cristiano ferviente, conmemorando en gritos de alegría y alabanzas, con una enorme fiesta, entonces cae en sí. EL diablo debe haberle dicho algo maligno, que después de saber eso dijo para si mismo que era necesario continuar confiando y esperando en Dios. El salmista, por supuesto, fue bendecido y, si usted espera en Dios, usted también lo será.