PALABRAS

Dios es bueno, entonces no murmure, agradezca.

Somos el pueblo de Dios hoy y tenemos que aprender de lo que ocurrió en el pasado.

04/03/2017

Por: Obispo Pinheiro

La materia de: Victor Correa

1 Corintios 10.21 nos hace recordar como Dios fue bueno con el pueblo de Israel cuando ellos salieron de Egipto. Durante el día había una nube de lluvia para refrescarlos y , de noche, una columna de fuego para calentarlos y alumbrarlos .Ese pueblo vio cosas extraordinarias y, aún así, continuaban con el corazón duro.

Jesús todavía no se había manifestado, pero ya estaba con el pueblo de Dios. La piedra que Moisés tocó y , de ésta, salió agua, era Jesús. Dios los sacó de la esclavitud y los condujo en seguridad para la Tierra que brota Leche y Miel.

Sin embargo, Dios no se agradó con la mayoría de ellos, por eso se quedaron en el desierto. ¿Dios es tan exigente que hace cosas imposibles, que no podemos hacer y nos trata a hierro y fuego? No, Dios es extremadamente bueno y hacía todo lo que el pueblo pedía, pero aún así no Se agradó con la mayoría de ellos. Ellos murmuraban, encontraban dificultades en todo ,nada les complacía. No es difícil agradar a Dios, pero necesitamos tener conciencia de lo que éramos, de lo que somos y necesitamos tener conciencia de quien es Dios .Piense como era su vida antes y como es hoy. Muchos de nosotros tenemos motivos para agradecer de rodillas el resto de la vida. Sin quejarnos, sin murmurar. El pueblo de Israel actúo mal, se olvidó que morían miles de personas, sin comida, maltratados, exhaustos ,esclavizados, sin nada ,ni futuro y Dios los sacó de allá con mano fuerte, destruyó a sus enemigos y los condujo dándoles victorias, dándoles pan, agua, calor y aún así ,ellos no agradaron a Dios y murieron. Ellos desearon cosas que no debían ,desearon lo que no era bueno ,lo que no les pertenecía. Ellos hacían exactamente lo que Dios les decía que no hicieran y se dejaron llevar por esas cosas. Si en los días de hoy, Dios hiciera lo mismo y el pueblo que fuera inmoral muriera, cuantos morirían. Nuestra misión es agradar, es complacer a Dios. Tenemos que andar limpios y rectos delante de la presencia de Dios, eso es lo que debemos hacer. Nuestro testimonio y nuestro buen ejemplo valen más que mil palabras y todos allá fuera perciben eso. Sabemos muy bien lo que debemos y lo que no debemos hacer desde que aceptamos a Jesús, no estamos en el mundo, por eso es muy importante la manera como actuamos para agradar a Dios. No debemos murmurar ni chismorrear, no debemos alegrarnos con lo mal hecho ni quejarnos de Dios. Usted no debe quejarse , pues serán destruidos por Dios aquellos que lo hacen. Algunas personas se quejan de todo, se quejan cuando llueve, cuando hace sol, cuando hace calor o enfría. Pero cuando usted agradece por lo que tiene, Dios te exalta, Se complace de usted. Debemos evitar quejarnos de aquello que Dios nos da ,porque es por causa de esa actitud ,por quejarse, que el pueblo de Israel se quedó y murió en el desierto. Estas cosas fueron escritas para advertirnos, acerca de nosotros, a quienes el final de los tiempos ha llegado. Éstos están aquí, contados como ejemplo, para que no actuemos igual .Nosotros somos el pueblo de Israel hoy, no podemos cometer los mismos errores que ellos cometieron, Dios nos ve, no viva quejándose. Un bueno ejemplo para nosotros son Paulo y Silas, que aun estando presos, con todos los motivos para murmurar, alabaron y adoraron a Dios y, por causa de eso, todas las puertas se abrieron. La respuesta de Dios es rápida para quien Lo adora, para quien valoriza a Dios en vez de quejarse de las injusticias. Porque hay momentos que alabar es hasta más poderoso que pedir y, cuando menos esperamos ,la respuesta viene. Siempre recuérdese de ese ejemplo para que no pierda la esperanza .Si no está como a usted le gustaría que estuviera, agradezca y no pierda la esperanza, porque no hay nada mejor que un día atrás de otro. Dios es bueno y tiene mucho para darnos, nosotros somos quienes en ocasiones damos motivos para no recibir ,lo que tenemos que hacer es agradecer. Siempre, siempre agradecer a Dios.