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Gran Concentración de Fe y Milagros en Angola

En la concentración se celebran los veinte años de la Iglesia Mundial del Poder de Dios

26/03/2018

Este Domingo, día 25 de marzo de 2018, el Apóstol Valdemiro Santiago, la obispa Franciléia, lo bispo Amaury y un gran equipo se reunieron junto a una multitud de personas en un espacio detrás del TPA, en el distrito de Camama, en Angola, África, en una gran Concentración de Fe y Milagros para celebrar los veinte años de la Iglesia Mundial del Poder de Dios Alabanzas y adoración fueron ministrados por la cantante Juliana Santiago y su banda. Ellos tocaron corazones en toda Angola, mientras que milagros y maravillas realizados por el Poder de Dios fueron testificados para la honra y la gloria del nombre de Jesucristo, en un altar preparado en el inmenso espacio vacío detrás del TPA. "Agradecemos a Dios y a todas las autoridades de Angola que han permitido este acontecimiento", dijo el apóstol Valdemiro Santiago, quien desde el 24 de marzo bendijo el lugar donde ocurriría la concentración y realizó imposición de manos sobre muchos aquellos que comparecieron. Se celebró una ceremonia de abertura junto al apóstol Elías, consagrado por la Iglesia Mundial del Poder de Dios en África, además de la presencia de las autoridades locales. El apóstol bendijo a todo el país en el nombre de Jesús. La obispa Franciléia y los pastores hicieron una oración a favor de todas las mujeres de Angola, para que Dios cumpliera sus peticiones.

En el altar, el apóstol Valdemiro Santiago abrió su corazón sobre su presencia en Angola y la relación con los veinte años de la iglesia mundial del poder de Dios y 37 años de Ministerio. "Cuando tenía diecisiete años, pasé muchas pruebas, pero hice el trabajo, no tenía donde comer o dormir, y la iglesia a la que pertenecía no me apoyaba. Le dije al pastor que quería predicar el Evangelio al mundo entero, su esposa me escuchó y me dijo que me olvidara de eso, que no tenía como predicar.

Hoy tengo 54 años. Los tenía como referencia, no tenía padres y cuando me dijeron que nunca predicaría la palabra, dije en mi corazón que predicaría y que lo haría en África. Se lo dije a la obispa cuando tenía 15 años y yo tenía diecisiete. Mi sueño era imposible. Entonces, Dios me llamó. Mi abuela me contaba historias de África, de Angola y dije en mi corazón que predicaría en África. Testifico porque mis sueños eran imposibles en ese momento, como muchos de tus sueños pueden parecer imposibles también. Hoy, tengo la autoridad para decirles que todos sus sueños se harán realidad si no se dan por vencidos ", declaró el hombre de Dios. El apóstol ministró la palabra de Dios, que puede ser acompañada a través de este enlace. Medite en el mensaje que Dios ha puesto en el corazón del Profeta y reciba su victoria y continúe acompañando los trabajos de este ministerio. La mano de Dios está aquí.