MILAGROS

Perdón: hijos reatan amistad

Fueron tres largos años sin encontrarse o charlar

21/01/2019

Las celebraciones de Navidad y Año Nuevo son un momento ideal para reunir a la familia, ¿no es así? Sin embargo, la ama de casa Joaquina Lourdes de Arruda, 72 años, residente de Cruzeiro, ciudad del interior de São Paulo, no sabía lo que era reunir a los tres hijos en la misma dirección hace tres años. Madre de una mujer y dos hombres, Joaquina necesitó usar toda su reserva de fe después de que los hijos discutieron y cerrar las puertas del corazón el uno al otro.

"Los niños no convivían más. Dejaron de hablar por teléfono y no podían estar en el mismo ambiente que ya peleaban. Toda esa situación me fue dejando entristecida.

Incluso aburrido, las rodillas no dejaron de doblarse. El clamor fue su camino hacia el milagro. "Presentaba esa causa en oración en los cultos del Milagro Urgente y de las Causas Imposibles, llevaba fotos y pedía a los pastores interceder. Para la gloria de Dios, antes del período de fiestas, ellos volvieron a conversar y uno perdonó al otro. Estamos unidos de nuevo ". El valor del perdón La falta de perdón es como ser prisionero de las emociones. El rencor deja la vida amarga y sin color. Todo lo que pasa a alimentar es el deseo de venganza, tratando de consolar su corazón haciendo justicia con sus propias manos, pero, en realidad, el único que acabará saliendo aún más herido será usted. Los gemelos Esaú y Jacob, los nietos de Abraham, ejemplifican bien el valor del perdón. Esaú fue engañado por el hermano menor que le robó el derecho a la bendición de la primogenitura. Jacob, fue jurado de muerte y tuvo que huir hacia lejos. Mucho tiempo después, se reencuentran y el vínculo de sangre habla más alto: "Esaú le corrió al encuentro y lo abrazó; se arrojó al cuello y lo besó; y lloraron ", Génesis 33: 4. Ambos fueron robados: uno de su derecho y otro de la convivencia con los parientes. Resumiendo: ningún lado ganó. Jacob se quedó tan feliz con la reconciliación que comparó revisar a Esaú como "si hubiera contemplado el semblante de Dios", Génesis 33:10. ¿Usted guarda el dolor de alguien? Libérese de las cadenas emocionales y perdón. Estoy seguro de que estará tan alegre como Jacob y percibirá que debería haber optado por esa elección desde hace mucho tiempo.