"La bebida llevó todo lo que tenía", cuenta comerciante
Además de consumir su dinero, la vida de fiestas y vicio casi costó la vida de Francisco Sales de Oliveira
12/12/2018
El comerciante Francisco Sales de Oliveira, de 51 años, morador de Santo Amaro, zona sur de la ciudad de São Paulo, perdió la cuenta del número de veces que dirigió embriagado. Los días de fiesta prolongados y fiestas de fin de año se esperaban con ansiedad para disfrutar del período de descanso en el litoral paulista acompañado de amigos y mucha bebida. El viaje de regreso a casa siempre ha sido marcado por liberaciones. "No era sólo yo quien vivía el milagro, sino todos los que cruzaban mi camino. Antes de tomar la carretera, bebía cachaza de aquellas puras y bien fuertes. "Quedaba tan borracho que ni recordaba haber dirigido", contó. La imprudencia es repetida por muchos conductores. El Ministerio de Salud calcula que todos los días 290.000 conductores se arriesgan por vías de Brasil dirigiendo bajo el efecto del alcohol.
La legislación libera la bebida alcohólica bajo la clasificación de droga lícita. Su consumo excesivo causa dependencia y afecta en pocos minutos después de ingerida la región del cerebro responsable de la noción de espacio y equilibrio, reduciendo, por ejemplo, el reflejo de quien conduce vehículos.
Proceso de liberación "La bebida llevó todo lo que tenía", dijo Sales. A poco las reservas financieras acabaron y él se vio solo. "Cuando bajaba a la playa solía pasar 2, 3 a 4 mil reales. Y terminé durmiendo de favor en un sótano, en el colchón que mi padre prestó. En una madrugada de este período de escasez después de llegar a casa del bar, encendió la televisión y comenzó a escuchar al Apóstol Valdemiro Santiago ministrar. El Espíritu Santo despertó en su corazón el deseo de visitar una Iglesia Mundial del poder de Dios, cuando su historia comenzó a cambiar. "Han sido nueve años hasta recibir mi liberación completa. Incluso diezmando y ofreciendo desde el primer día que pise en la IMPD, a veces se deslizaba y bebía de nuevo. Pero perseveré y hoy estoy aquí libre de todos los vicios. No fumo ni bebo más después de 35 años en esa vida ".
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