MILAGROS

Ningún mal resiste al poder de Dios

"Yo estaba dispuesta a aceptar la muerte (...) raquítica, sin conseguir alimentarme, debilitada en una cama, con treinta kilos y la barriga hinchada"

14/04/2018

"Yo necesité hacer un tratamiento urgente, porque fui diagnosticada con cáncer de mama avanzado que acabó por convertirse en una metástasis, que es cuando el cáncer empieza a extenderse por todo el cuerpo", explica Lucicleide de Oliveira Lima. "El cáncer comenzó a extenderse por mi hígado y tomó mi cuerpo entero.

Mi inmunidad fue cayendo con el cáncer y acabamos de contraer Ascite, que es conocida como barriga de agua. El líquido se acumulaba en mi abdomen. Yo conocía la palabra de Dios, pero hace mucho tiempo no frecuentaba ninguna iglesia cuando esos males vinieron sobre mi vida.

Yo estaba lista para aceptar la muerte, cuando una prima me visitó. Ella me encontró raquítica, sin conseguirme alimentarme, debilitada en una cama, con treinta kilos y la barriga hinchada. Con fe, ella oró por mí y me invitó a venir a la Iglesia Mundial del Poder de Dios. Aquí, pasé por la imposición de manos y Dios curó mi problema. Volví a los médicos, hice los exámenes y no tengo nada más, para gloria de Dios. Después de eso, nunca más salí de los pies del Señor. Hubo un momento en que el cáncer parecía que iba a volver, entonces volví a pasar en la imposición de manos y le dijo a Dios que la duda de los médicos de que el cáncer había vuelto era falsa, porque Jesús me había curado y, de nuevo, para gloria del Señor, no apareció mal alguno. Esta obra es todo en mi vida ".