MILAGROS

El amor de Dios recibe a todos

"Hoy no quiero morir, quiero vivir para, a través de mí, ser un canal de bendición para otras personas".

22/03/2018

"Usé drogas desde los 16 hasta los 46 años de edad, 30 años en las drogas, luego fui desahuciado por la medicina por daños cerebrales debido al uso prolongado de estupefacientes", explica Valdemir dos Pasos, de 47 años. "Por causa de mis familiares, recibí un certificado en el que probaron judicialmente que yo estaba loco de tantas drogas que yo usaba, todo para conseguir internarme en una clínica en la que yo nunca más saliera, para librarse judicialmente de mí.

Según Valdemiro, parte de su tristeza venía de la propia familia. "Yo quería salir de las drogas y no lo conseguía. Yo iba en las casas de familiares para pedir comida y ayuda, algunos de ellos tienen restaurante y me negaban el plato de comida. Ellos me tuvieron por loco para deshacerse de mí. Yo no tenía a nadie, era desamparado, completamente abandonado. Paré varias veces en el hospital desahuciado, casi muerto, de tanta agresión que sufrí en la calle.

Traté de matarme varias veces, porque mi propia familia me dijo que me matara porque era mejor eso que hacer que la familia pasara vergüenza. Coloqué una cuerda en mi cuello, tengo marcas por intentar suicidarme. Cortaba el pulso, me arrojé delante de un camión, pero hoy no quiero morir, quiero vivir para a través de mí, ser un canal de bendición para otras personas. Oí en la clínica en la que me internaron sobre la Iglesia Mundial del Poder de Dios, salí y vine a la iglesia hasta San Pablo. Sólo de entrar y oír la predicación de la palabra de Dios fui liberado, nunca más golpeé en la puerta de la casa de nadie para buscar comida. Fui liberado, curado, Dios me dio esposa, empleo, vida nueva a través de esta obra. Ella es todo en mi vida.