Dios es dueño de la vida

"Ella nació sin respirar y yo no oía el llanto del bebé"

12/02/2018

FOTOGRAFÍA: Eduardo Pinto

"Mi hija Ana nació muerta", cuenta Gisele Silva Paulino, de 18 años, residente de São Bernardo do Campo, São Paulo, sobre la pequeña Ana, de menos de un mes de vida. "Ella nació sin respirar y yo no oía el llanto de bebé. Mi suegra estaba asistiendo al parto y yo empecé a oír que clamaba a Dios.

Cuando ella comenzó a orar, los médicos la sacaron de la sala del parto. Yo empecé a orar en espíritu, a implorar a Dios que no se llevara aún a mi hija, mientras llevaban a mi hija para fuera del cuarto, cuando Jesús tocó en ella y ella vivió.

Emocionada, Gisele dice que "vi los ojos de mi hija después de toda aquella afliccion y sólo conseguía agradecer a Dios y llorar". Ana pasó veintidós días en el hospital. "Ella se quedó en la UTI, con aparatos respiratorios, pues los médicos tenían miedo de alguna insuficiencia. Hicieron varios exámenes en ella hasta que ella fue liberada, constatando que ella estaba normal.

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