Dios restituye
“Comencé con una terrible depresión (…) vi mi vida destruida”
01/02/2018
“Pasé treinta años de mi vida enviciada en bebida alcohólica y cigarros. Cuando me emborrachaba comía arroz crudo, rasgaba los paquetes en los mercados y me lo comía pensando que era carne”, cuenta la paulistana Francisca Borges. ”Yo bebía un litro de coñac diario”.
Francisca cuenta que el problema no se limitaba a las bebidas y al cigarro solamente. ”Ocho años atrás también comencé a sufrir una depresión profunda, peleaba con mi hijos, vi mi vida destruida. Huía de mi casa para poder beber y me quedaba hasta tres días en los bares .Tomaba tres calmantes por día”.
Fue en una madrugada que ella conoció a Jesús.” Yo conocí la Iglesia Mundial del Poder de Dios en el barrio de Cachoerinha, volviendo de madrugada, de una velada y desde que llegué aquí, Dios comenzó a cambiar mi vida. Dios me libró de los vicios, restauró mi familia y hoy, puedo decir que sólo vivo para Jesús.
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