MILAGROS

La verdadera prosperidad

“En esta obra, aprendemos que la prosperidad no es el dinero, va mucho más allá. ”

18/12/2017

El matrimonio Jair Luiz Araújo y Gilda Souza Araújo, moradores de Camaçari, Bahía, testifican juntos la prosperidad de Dios en sus vidas. “Conocimos la Iglesia Mundial del Poder de Dios en 2004, en una época que trabajábamos para tener que comer y nada más sobraba, era una situación difícil. Una amiga nos contó de la obra, en la cual pasamos a ser miembros, oferentes, pero no diezmistas fieles. Solamente después que comenzamos a ser diezmistas fue que Dios entró con providencia a nuestro favor”, relata Gilda.

“Nosotros poseíamos una tienda que llegó al cien por ciento de insolvencia, en la ruina. El lugar necesitaba reparos y nosotros no teníamos ninguna condición financiera para hacerla’, explica Jair. “Después de que nos hicimos diezmistas fieles, Dios cambió todo de una hora para otra, de una forma que solo Él puede hacer”.

Gilda continúa. “Reparamos la tienda, compramos el punto del vecino y, en 2012, intentamos comparar una casa, pero ningún banco quería financiar. Vinimos hasta la Ciudad Mundial de los Sueños de Dios, en el Brás y el Apóstol Valdemiro Santiago profetizó que conseguiríamos el éxito. La palabra del Hombre de Dios no cae por tierra y, en menos de 15 días, Dios nos dio condiciones para comprar la casa en efectivo”. Jair concluye: “En esta obra, aprendemos que la prosperidad no es el dinero, va mucho mas allá. Ella también es la paz, la salud, la alegría y mucho más. Y todas las cosas vienen de Dios”.