MILAGROS

Mil caerán a tu derecha pero tú no serás tocado

“El medico vino a conversar conmigo y dijo que, de cada mil casos, uno apenas escapaba. Yo levanté la mano y le dije: yo soy uno de esos”

01/10/2017

“ Cuando yo estaba trabajando con cobros, llevé un tiro de calibre 12 a quema ropa, que me agarró virándome, me dio abajo del brazo derecho”, cuenta Antonio Nogueiras de Oliveira, 47 años, residente de Goiania, Goiás. “El arma fue disparada con balas caseras, fui alcanzado por cuatro segmentos de esfera y siete fragmentos se quedaron alojados en mi cuerpo. Llegué a caminar tres kilómetros huyendo, encima de la moto, antes de desmayarme”.

Me desperté dentro del hospital, baleado, todo entubado, una hora después. El tiro perforó un pulmón, me hizo perder 90 por ciento de la sangre del cuerpo y mi presión arterial cayó a seis por uno. El médico vino a conversar conmigo y con mi familia y dijo que, de cada mil casos , uno apenas escapaba. Yo levanté la mano con dificultad y le dijo: yo soy uno de esos”.

Antonio se recuperó parcialmente de las heridas. “Después del tratamiento y de recibir el alta, pasó 8 años sufriendo con dolor. Perdí el movimiento del brazo y precisaba ir todos los día para sacar sangre de la vena y recibir transfusión, debido al plomo de la bala alojada. Precisaba de inhalador y vivía en el hospital”. En un reportaje de TV, Antonio supo del apóstol Valdemiro Santiago y de la Iglesia Mundial del Poder de Dios. “Estaba sentado en el sofá cuando vi un reportaje que hablaba mal del apóstol y aparecieron los milagros. Me quedé curioso sobre la materia y busqué el canal, comencé a verlos y tuve deseo de buscar esa iglesia y hablar con Dios. Clamé al Señor aquel día y Él me restauró la salud completamente. Desde que vine para esta obra, todo lo que recibí fueron victorias y una vida bendecida para mí y para mi familia. Ese trabajo es de Dios”.