MILAGROS

Pruebe a Dios

“Escuché que no prosperaba porque no devolvía el diezmo. Decidí ver si eso que los hombres de esta obra decían era verdad”.

19/09/2017

Con dos bolsas llenas de cheques en las manos, Antonio Alves Barbosa, 62 años, residente de Porto Seguro, Bahía, daba testimonio del milagro que Dios había obrado en su vida. “Desde 2003 que pasé por un apuro y acabé endeudándome con mi comercio junto al banco, la empresa de distribución y muchos comerciantes, la deuda era de más de 300 000 reales. Los negocias no fluían y yo no sabía que hacer, ni como saldar la deuda. Pasé tres años sin ninguna condición, preocupado y humillado”.

En 2006, Antonio recibió de Dios la solución. “Conocí la Iglesia Mundial del Poder de Dios por la TV y, viendo el programa, escuché que no prosperaba porque no daba el diezmo. Decidí ver si aquello que los hombres de esta obra decían era verdad. Agarré el diez por ciento de la renta del comercio, los primeros diez por ciento, coloqué en el bolsillo y vine para la iglesia. Entregué y Dios cambió mi historia. En poco tiempo, el negocio volvió a fluir a una velocidad que nunca tuvo y la deuda fue pagada en pocas semanas. Desde entonces, pasé a dar el diezmo siempre y Dios me ha prosperado y cuidado de mí”.