MILAGROS

La amistad viene de Jesús.

“A través de este ministerio, aprendí a buscar y amar a Dios en todas las situaciones”.

16/07/2017

“Mi vida estaba arruinada y ya estaba decidida a suicidarme cuando conocí la Iglesia Mundial del Poder de Dios”, explica Adriana Gabriela Biatulfi, 44 años, residente de Uberaba, Minas Gerais.” Yo no tenía ni tan siquiera una moneda para comprar nada. Era casada y frecuentaba otras religiones; pero sufría con una depresión profunda. Me acabé divorciando, sufriendo, en la casa de mi madre; vistiendo las ropas de mi hermana, porque no tenía dinero para vestirme y no conseguía empleo”.

Fue mediante una amiga que contó para Adriana sobre la Iglesia Mundial del Poder de Dios. “Ella me visitó y me dijo que yo lo viera, me contó su testimonio y yo y mi madre comenzamos a dar crédito a la predicación. Mi madre comenzó a participar de los propósitos juntas, buscamos ayuda de Dios y comenzamos a frecuentar el templo. A través de este ministerio, aprendí a buscar y a amar a Dios en todas las situaciones. Aquí, Jesús me libertó de la depresión y me concedió prosperidad. Dios me permitió estudiar y terminar la universidad. Me dio un empleo en un escritorio de abogados y cambió completamente mi situación .Glorifico a Dios por su amor y por esta obra”.