MILAGROS

Soy un milagro para la gloria de Dios

“Uno de los médicos que me visitó en el cuarto me dijo que yo era un milagro”

10/07/2017

“Durante un viaje para encontrar a la familia, en las vísperas de año nuevo, sentí un dolor intenso en el pecho, en la barriga y necesité ser socorrido. Llegué al hospital y fui directo para la UTI, pues era el comienzo de un infarto fulminante’, cuenta Antonio Tsuyoshi Hashimoto, de 55 años, residente de Bauru, Sao Paulo. ”Me hicieron varios exámenes y constataron que estaba muriendo, con tres arterias tupidas, una de ellas con 40% de funcionamiento apenas y las otras dos con 95% de funcionamiento interrumpido.

Antonio fue operado y se quedó 7 días en terapia. ”Mi esposa buscó por mi vida en Dios, comenzó a venir a la Ciudad Mundial de los Sueños de Dios y clamar para que el Señor guardase mi vida en la cirugía y me curara, me ayudara a sobrevivir. Ella llevaba el pañuelo Sé Tú una Bendición al cuarto, lo dejaba en los aparatos y le pedía a las enfermeras que no lo quitaran. Después de la cirugía, al sexto día en que estaba en la UTI, uno de los médicos del quipo me visitó en el cuarto y me dijo que yo era un milagro, lo que Dios había hecho y que ninguno de los médicos entendía cómo yo había sobrevivido.

Junto a su esposa Sílvia, Antonio testificaba el milagro.” Hoy, vine para glorificar a Dios y exaltarlo por mi vida, porque sé que sin Él, yo no estaría aquí”.