Segura en las manos de Dios
“Dios aseguró mis manos y ahora ellas están curadas, como nuevas”.
02/07/2017
Durante un año, la residente de Santana do Jacaré, Minas Gerais, Ovidia do Carmo Santos Souza, 64 años, sufrió con una enfermedad de la piel en las dos manos. ”Era una lepra y nada pasaba, las manos estaban heridas, no podía hacer nada. La piel de la palma de las manos estaba cayéndose, deshaciéndose. Dolía mucho”.
Cuando conoció la Iglesia Mundial del Poder de Dios, Ovidia buscó un templo en su región, en Campo Belo, Minas Gerais.
"Yo llegué a la iglesia un Martes del Milagro Urgente y pedí oración para el pastor. El pastor oró por mis manos, ungió y me dio un aceite para que me ungiera más en la casa. Dios aseguró mis manos y ahora ellas están curadas, como nuevas, para la gloria del Señor”.
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