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Dios tiene que autorizar primero
“Sufrí mucha humillación y no sabía si escaparía viva”.
30/06/2017
FOTOGRAFÍA: Eduardo Pinto
En 2012, Carla José da Silva, de 40 años, residente de Aracuaí, Minas Grais, fue diagnosticada con cáncer en el útero. ”Después que los médicos descubrieron el cáncer, yo comencé hacer tratamientos y pasé dos años en quimioterapia, perdí el cabello, sufrí muchos dolores y humillaciones y no sabía si escaparía viva”.
A través de una conversación con su madre, de la que recibió un pañuelo Sé Tú una Bendición, Carla conoció la Iglesia Mundial del Poder de Dios.” Comencé a buscar y a creer en Dios a través del trabajo de este ministerio y a pasar el pañuelo sobre mi barriga.
Dios hizo la obra y me quitó el cáncer antes de que los médicos hicieran la cirugía y hoy, cuando me encuentro con ellos para hacer los exámenes de rutina que me pidieron, ellos agarraran mi cabello para saber si es mío en realidad, porque sólo la misericordia de Dios me permite vivir”.
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