MILAGROS

La mano de Dios sana las heridas.

Pasé el pañuelo Sé tú una Bendición ( y el aceite ungido) sobre las heridas y ellas fueron secándose”

15/05/2017

La materia de: Victor Correa

“Comenzaron con heridas en mis brazos, , que se extendieron por todo el cuerpo, pero en los brazos eran tan fuertes que se hinchaban, picaban, ardían y sangraban mucho más que todos las demás heridas”, cuenta María de Lurdes Perira Soares, 59 años, residente de Anadarí , Bahía.

“Pasé dos años sufriendo, pasando pomadas, tomando medicamentos, inyecciones y escuchando de los médicos que era lepra y que no había cura, era apenas un paliativo “

Con el cuerpo saludable, María testifica que nada está arriba del Poder de Dios. “Yo conocí la programación de la televisión de la iglesia Mundial del Poder de Dios y me quedaba viéndola, orando al Señor. Llamé para la Central de Oraciones y encomendé un pañuelo y el aceite ungido y cuando llegaron, pasé el pañuelo Sé tú una Bendición sobre las heridas y ellas comenzaron a secarse, y el dolor y la picazón fueron pasando y, cuando volví al medico, él pidió unos exámenes y todas las heridas estaban secas, el doctor se admiró , me preguntó cómo y yo le dije que fue la mano de Dios, glorifico al Señor, porque no tengo más nada”