MILAGROS

La sal de la tierra.

La unción de Dios conferida por la consagración de la sal restaura la vida del fiel.

09/05/2017

La materia de: Victor Correa

“Yo fui llevado con urgencia y hospitalizado en el hospital, desahuciado por un cáncer en el hígado y en los riñones y un tumor en el intestino”, dice Adilson Costa Ferreira, 51 años. “Mi esposa es quien acompañó todo mientras estaba siendo entubado. Pasé por una cirugía de riesgo en el intestino, para retirar el órgano con el cáncer, usando un pañuelo Sé tú una Bendición escondido en mí, alrededor de las 4 de la mañana”

Según Adilson, su situación era critica.” Los médicos no sabían decir para mis familiares cuando saldría del hospital, si es que saldría vivo. Mi esposa clamó por mi vida y me trajo el agua consagrada par pasar por mi cuerpo. Ella cuenta que le faltaba fuerzas para orar, pero clamaba todo el tiempo para que Dios perdonase su vida”.

Después de 6 días hospitalizado, Adilson retomó la conciencia. ”Yo me desperté con mi esposa en el cuarto, con obreros y con un gusto a sal”. Le pregunté que es lo que había ocurrido y ellos me dijeron que habían traído sal consagrada en la campaña de oración del Martes del Milagro Urgente y pasaron por mi boca. La unción de Dios actuó sobre mi vida y, al día siguiente, yo recibí alta, sin ninguna señal de cáncer por el cuerpo, no necesité de aparatos o bolsa después de retirar el intestino. Aquel mismo día glorifiqué a Dios y llegué a mi casa con hambre, almorcé y cené y, de allá para acá, nunca tuve ni tendré más nada, para la gloria de Jesús”