Dios es el dueño del cambio en su vida.
De vivir rentado pasó a ser propietario de dos casas, por el Poder de Dios.
03/04/2017
La materia de: Victor Correa
“Cuando conocí la Obra de Dios, en 1999, yo vivía rentado y debía el valor de la mensualidad de éste, porque no tenía condiciones ningunas para poder pagar”, explica Aparecido Mendes Silva, de 63 años.”
Después que me convertí, comencé a clamar mucho a Dios para que yo pudiera pagar ese alquiler y hubiera un cambio en mi vida, que mi esposa y yo superáramos las necesidades que pasábamos, juntos”.
Dios hizo la Obra en la vida de Aparecido. ”Poco a poco el Señor fue abriendo las puertas, prosperando nuestra vida. Fui jubilado con todo lo que tenía derecho, incluso los valores atrasados y considerados perdidos. Hoy, soy propietario de dos casas, las cuales las tengo rentadas, más la casa donde vivo y no debo más nada, ni paso más necesidades. Ahora, vivo bajo la bendición del Señor Jesús”.
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