MILAGROS

El milagro es gratis.

“Gastamos mucho con medicinas y no conseguimos ningún resultado “

28/03/2017

La materia de: Victor Correa

Una dermatitis crónica casi arruinó la vida de Clemencia Pereira Coelho, residente de Itapirobia, interior de Minas Gerais.” La enfermedad comenzó y duró por cuatro meses, más o menos. Me quedé llena de marcas, tenia la piel enrojecida, que cerraba mi ojo, hería mi piel, eran como quemaduras. Ardían, dolían y me daban tanta vergüenza.

Yo no conseguía ni mirarme al espejo, porque me sentía molesta conmigo misma, clamaba por la piedad de Dios. No quería que nadie me viera, evitaba a las personas”, cuenta Clemencia. Su hija Júbia Pereira Coelho , 42 años, explica que la familia corrió en busca de una solución. “Primero intentamos con la medicina, visitamos a muchos médicos , todos sin ninguna respuesta, todo en vano. Gastamos mucho y no conseguimos ningún resultado. Fue entonces que decidí que buscaría por ella en Dios “

Júbia viajó hasta Sao Paulo, para representarme a mí ante Dios en la Ciudad Mundial de los Sueños de Dios en el Brás, Zona Este paulista.” Ella no podía venir por el estado de su salud, entonces yo vine, traje algunas ropas de ella para que apóstol las tocase durante la imposición de manos y, después que éstas fueron tocadas ella comenzó a mejorar. Hoy, ella no tiene más nada, para la gloria de Dios”.